5. Lo inesperado

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Robin apenas vio el resultado, se exalto un poco «NO PUEDE SER» rio un poco para que después las lagrimas bajaran por sus mejillas, estaba muy emocionada, su sueño había llegado, o mas bien se estaba formando, no era algo que habían planeado, pero ella lo deseaba mas que nada en el mundo; empezó a imaginar como seria, a quien se parecería mas, como se portaría, por un momento se olvido de todo lo demás, que importa si el padre todavía no estaba completamente divorciado, solo faltaban unas semanas, «Se lo tengo que decir» salió corriendo del baño, de su recamara hacia la sala de estar, ya no le importaba hacer mucho ruido, ya estaba segura.
—¡Amor! ¡Amor! —grito al entrar por la puerta, escondiendo la prueba en su espalda para que sea sorpresa
—¿Qué pasa? —dijo el rubio al verla corriendo hacia el— ¿Todo bien? —sonrió un poco al ver la gran sonrisa que puso al ponerse frente a él
—Mejor que nunca, —se sentó a un lado de él dejando la prueba en su espalda, lo miro, y tomo la mano de su novio, ella estaba muy nerviosa, no sabia cual iba a ser su reacción, y él por su parte, no sabia que estaba pasando, la alegría que ella tenia, no la había visto jamás, estaba esperando a que ella continuara hablando, para entender la situación— se que nunca planeamos algo como esto, —en realidad nunca habían hablado sobre su futuro, ahora que ella lo piensa, pero, ese podría ser el momento de la "charla"— bueno, realmente no hemos planeado nada después de que tu divorcio termine, y pienso, que este seria un buen momento, amor, —soltó su mano para buscar la prueba que estaba en su espalda y al llevar hacia el frente, la puso en la mano de Simon, sin decir ni una palabra mas, esperando ver la reacción de su pareja; él se quedo sin palabras, realmente no esperaba eso, nunca había pasado por su mente, ya había sido padre, sabe de lo que se trata, lo que se siente, pero de alguna razón, siente como si fuera la primera vez, no sabe si en verdad esta preparado para volver a rearmar su vida, todavía estaba pensando si seria buena idea casarse, pero ahora, ahora viene un bebe en camino, de su sangre, ¿Cuándo paso?, es difícil saberlo, pero el sentirse inseguro es un sentimiento que lo empezó a invadir completamente, no sabia que hacer— ¿Y? ¿Todo bien? —dijo la castaña al no recibir ninguna señal, de ningún tipo, no sabia que estaba pasando por su cabeza, él se puso un poco pálido, y ella empezó a preocuparse— Esta bien, podemos hablar después ¿Si? —él rubio parecía una estatua, no reaccionaba, ni decía una sola palabra, ella solo quito la prueba de sus manos, la puso en la pequeña mesa de madera frente al sofá— ¿Amor? ¿Qué pasa? —trataba de tranquilizarlo, tomo su mano nuevamente, y sintió como estaba sudando, se veía asustado, como si hubiera visto un fantasma, ella no comprendía por que, «¿No esta feliz?» pensó al ver su cara «¿Qué esta mal?», ella no comprendía
—Si, si, todo bien —tartamudeó y se puso de pie—, necesito, —pauso para pensar— necesito tomar aire ¿Si? —le dio un beso muy rápido en la mejilla, y salió tan rápido de casa que si se hiciera una comparación con Flash Simon seguro ganaría.
Robin no comprendía nada de lo que había pasado, un bebé era lo que mas deseaba en el mundo, y Simon le pudo dar eso, estaba muy emocionada, pero tenia miedo de que Simon se fuera, así como lo acababa de hacer, tenia miedo de que la dejara sola, ella lo amaba demasiado, nunca había amado a alguien así, ¿Qué pasaría si la abandonaba?, si la deja con una pequeña criaturita, que si el bebé tiene que crecer sin un padre, «Simon no me dejaría» pensó queriendo tranquilizarse «¿o si?» se estaba alterando demasiado, no sabia que iba a pasar, si el iba a volver, solo se acostó en el sillón, mirando a la nada, metida en sus pensamientos, sus inquietudes, tratado de resolver cada pregunta que le venia a la mente; por su parte Simon, quien salió como un relámpago de la casa, empezó a caminar por la calle, necesitaba pensar en todo, en un par de semanas ya podría empezar a rehacer su vida personal y hacerlo publico, podría decirle al mundo que ama a Robin, esa chica tan alegre, que conoce muy bien, quien fue su compañera de trabajo, tan hermosa y que ahora era suya, pero, «¿Volver a ser padre?, No, todavía no estoy listo» se sentó en una banca, «¿o si?» no sabia, nada sobre que iría a hacer, ninguno de los dos sabia.

Todavia en el papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora