6.2. El regreso a casa

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—Bien, muchísimas gracias —dije para colgar el teléfono y entrar a casa.
Estando adentro después de dejar las compras, volví a tomar mi teléfono para escribirle a Simon, me tenia preocupada pero, él se fue, «Olvídalo Robin, déjalo» deje el teléfono sin enviar el mensaje, me senté en el sofá individual, «¿Por que se fue?»
Un ruido, proveniente de la recamara, me saca de mis pensamientos, pero no le doy mucha importancia, «Se debió quedar un ventana abierta» así que me dirijo hacia el lugar para cerrar la ventana, y cuando mas cerca estaba, me percató del sonido de agua cayendo, así que tomo lo primero que veo, y entro al baño de donde provenía el ruido.
—¡Simon! —grite en cuanto lo vi en la ducha, más enojada que sorprendida—, ¿Qué haces aquí? ¿Dónde has estado? ¿Porqué no me contestaste? ¿Qué...?
—Para, para —dijo interrumpiéndome y corriendo el cancel dejando ver su cuerpo solo cubierto por una toalla.
En otro momento hubiera querido pegarme a su cuerpo, pero ahora, ahora estoy enojada, así que eso no me causa nada verlo en esas circunstancias.
—Necesitamos hablar, ¿Quieres hablar ahora? —dijo señalando su cuerpo, sólo me enojo de hombros y salgo dejándolo vestirse.

Pasados unos minutos Simon sale del baño y se sienta en la cama conmigo— Ok —voltee a verlo— ¿Dónde estabas? ¿Qué quieres hacer? ¿Ta vas a quedar? ¿Por qué no contestabas? ¿Por qué te fuiste?
—Tranquila —, puso su mano sobre la mía— Primero, necesitaba salir a pensar, por eso salí, fui al parque, pero me quedé dormido, cuando desperté, me habían robado el teléfono, por eso no contesté, volví aquí después de eso, y —pauso para tomar aire
»¿sabes? Te amo, te he amado desde aquel día que nos conocimos en el set, y luego pasa esto, estamos juntos, un sueño que pensé que nunca se haría realidad, y ahora estás... —, miro mi abdomen sonriendo de lado— estás embarazada, y eso es un gran paso, que, siendo sincero, nunca pensé volver a dar, pero podemos intentarlo, quiero hacerlo —, dijo por último para mirarme a los ojos— me quedaré, si estas de acuerdo —unas cuantas lagrimas se deslizan por mis majillas así que solo asiento y recargo mi cabeza en su hombro, susurrándole un "gracias" en el oído.

Todavia en el papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora