No estaba bien, lo sabía, pero no podía hacer otra cosa si Luna le había pedido que se alejara de ella... Necesitaba alguien en el que apoyarse de una manera romántica, lo necesitaba porque acababa de perder a la que estaba segura que era su otra mitad sin poder hacer nada. Por eso Pansy Parkinson bajaba por su cuerpo lentamente con esos labios tan expertos dejando suaves marcas sobre su pecosa piel. Trataba de imaginar que la portadora de esos besos era otra persona, concretamente la blonda que reinaba en su corazón hiciera lo que hiciera, y al ver que no funcionaba se frustró tanto que terminó apartando a la mayor.— ¿Qué sucede? — Preguntó ella, extrañada.
— No puedo hacer esto. — Susurró la pelirroja mientras se llevaba las manos a la cabeza y se hacía bolita a un lado de su cama.
A la ojiverde le sorprendió verla así aunque no tardó en comprender por qué era. Había alguien más, podía apostar sus dos manos a que era eso. Encogiéndose de hombros, se estiró para tomar el paquete de cigarros que guardaba su pantalón, que yacía en el suelo de la habitación de su contraria. Prendió uno de ellos y se lo llevó a los carmesíes para darle una calada antes de hablar.
— ¿Quién es? — Volvió a cuestionar, esta vez con más indiferencia. Realmente sería idiota volverse loca ante el rechazo de Ginny. Tan solo habían empezado a enrollarse porque se le había lanzado y la encontraba atractiva. No tenía problema en acostarse con ella mas tampoco lo tenía en no hacerlo.
— No puedo decírtelo, me cargaría aún más su reputación. — Musitó de mala manera la pecosa. Odiaba que tuvieran que pasar por esa situación, tanto que para despejarse le pidió un cigarrillo a la otra muchacha.
— Lunática, ¿cierto? — Dijo ese apodo que a la más baja tanto le molestaba así que se ganó una mirada de odio por su parte. — Es mi amiga, relájate. Le llamo así cariñosamente.
Ginevra se sorprendió. No sabía que aquella serpiente rebelde sin remedio era cercana a Lovegood...
— ¿Sí?
— Ajá.
— ¿Cómo sabes que hablo de ella? — Preguntó esta vez la menor y como respuesta obtuvo una ligera carcajada. — ¿Qué?
— No puede ser Hermione, me temo que esta demasiado enamorada de tu hermano... Y de todos modos también estoy al tanto de tu historia con Lunática. Las amigas se cuentan ese tipo de cosas. De todos modos, hace tres semanas que no me contesta, supuse que lo íbais superando todo poco a poco. Al menos ella. Creí que tú ya habías pasado página y blah blah blah. — Hizo un gesto con la mano, como imitando el típico movimiento que hacía la gente cuando se trataba de burlarse de ciertos tema de conversación cansinos. A Pansy le cansaba el amor de una manera increíble, era un espíritu libre, después de su ruptura con cierto niño rico de cabello plateado era comprensible que decidiera tomar ese camino.
— ¿Pero has hablado con ella? — El tono desesperado en la voz de la de orbes castaños se hizo notar. Ablandó a su contraria un poco, le daba pena.
— Sí. No voy a mentirte, cuando lo hice no parecía estar nada bien. Te echaba de menos. — Explicó Pansy. — Pero te quiere tanto que prefiere priorizar tu seguridad a su felicidad. Tienes tanta suerte de que alguien te ame como ella lo hace.
La pecosa no contestó. Se limitó a fumar en completo silencio mientras trataba de afrontar esas palabras sin echarse a llorar, lo cuál era tremendamente difícil si le preguntabas.
— Sé que debe de ser difícil haberte alejado solo porque ella no te dejaba volver. No lo parece, eh, a veces es muy cabezota. — Rodó sus ojos verdosos aunque aún así una pequeña sonrisa se alzaba sobre sus rojizos labios. — Si fuera tú lucharía por mantener esa relación viva. Fuera lo que fuera.
— Lo he intentado, pero Luna no me deja luchar. — Por fin volvió a hablar Ginny.
— Lucha aún así, contra ella, hasta que deje que la lucha se centre más bien en defender vuestro amor. — Incluso a la misma serpiente le extrañó escucharse a sí misma siendo tan filosófica. Soltó una ligera risa.
— Te ha quedado bonito... — Vaciló la pelirroja.
— Oh, Weasley, cállate. ¿Vas a hacerme caso al menos? Me lo merezco por tener un discurso tan bueno. — Alzó una ceja la mayor.
— Sí, te haré caso.
— Hey. — Hannah entró en la habitación de su mejor amiga con la mejor sonrisa que podría intentar poner en tal situación. Era difícil aparentar estar feliz cuando veía el rostro extremadamente pálido y cansado de la más pequeña.
Y lo peor era que ni siquiera le contestaba. Seguía mirando boca arriba a ese techo que tenía decorado de estrellas, ese techo lleno de constelaciones que no podían hacer más que recordarle a las pecas que decoraban la piel de su amante... De su ex-amante. Debía olvidarla y se daba cuenta de que era algo demasiado difícil. ¿En qué momento se le ocurrió que dejar ir a esa mujer iba a ser sencillo? ¿Cómo dejar ir a una persona de la que estaba segura casi al cien por cien de que era la indicada? Por mucho que le costara, sí, se repetía que era lo mejor para ella... Como le quería tanto tan solo le deseaba lo mejor de lo mejor; no una vida llena de humillaciones a su lado. Era demasiado rara para una chica tan perfecta como Ginevra Molly Weasley.
— Luna. — Volvió a hablar la muchacha de las trencitas rubias, con preocupación. — Tienes que comer.
— No tengo hambre. — Fue todo lo que dijo.
— Luna. En serio, tienes que comer, no has probado nada desde hace dos días. Estoy tan...
— Preocupada. Lo sé y lo siento, pero simplemente no tengo hambre. ¿Podrías dejarme sola? ¿Por favor? Necesito estar sola. — Su compañera, quién solía ser muy protectora con la ojiazul, se negó mientras se acercaba con una bandeja en la que llevaba un cuenco de su sopa favorita.
— Voy a obligarte. — Dijo mientras hacía que se incorporara con la intención de acercar acto seguido una cuchara hasta la boca ajena.
— No voy a comer. — Luna giró la cara, de la cuál la mayor parte ocupaba ojeras y además tenía empapada de lágrimas. No hacía otra cosa más que dormir, pensar y llorar en un bucle continuo.
Esos días la cuenta que había destapado el beso con Hermione Granger había estado publicando más cosas. Fotos vergonzosas suyas, memes horriblemente ofensivos con su cara y varios insultos entre los que se encontraban 'puta bollera', 'guarra', 'jodida loca', 'viciosa' e incluso 'asquerosa gorda'. Hannah se preguntaba cómo podían decirle esas cosas, sobretodo lo último teniendo en cuenta lo delgada que ya estaba su amiga antes de que todo el acoso empezara... Y eso solo iba a peor. Se estaba quedando en los huesos. Antes preparaba al menos dos postres a la semana y se los comía con mucho gusto porque a pesar de todo siempre había sido de comer bastante, ahora ni siquiera era capaz de completar una comida al día.
Neville y su novia habían intentado ayudar lo mejor que podían. Eran las únicas personas a la que la blonda permitía que la vieran en ese estado, ni siquiera a Pansy, que era gran amiga suya le permitiría notar en el estado emocional (y físico aunque ella no se diera cuenta) tan malo en el que estaba. Por otro lado, el único chat de whatsapp que mantenía activo era el de Cedric Diggory, que le daba miles de consejos y le decía que iba a estar ahí para todo lo que necesitara, también le dejaba cierto espacio, no le agobiaba. Sentía que él era la única persona que conocía que era capaz de saber lo que era pasar por eso pues era una celebridad y aquello traía consigo ciertos problemas como aquellos. La diferencia era que el objetivo de Lovegood era más bien pasar desapercibido.
De hecho, lo que quería era desaparecer, no solo apartentar que no estaba ahí. Directamente no quería estar.
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𝗹𝘂𝘇 𝗱𝗲 𝗹𝘂𝗻𝗮 | linny.
Fanfictionᴋɪss ᴍᴇ ᴜɴᴅᴇʀ ᴛʜᴇ ᴍᴏᴏɴʟɪɢʜᴛ ♡ 𝗜 𝗡𝗘𝗘𝗗 𝗬𝗢𝗨 𝗠𝗢𝗥𝗘 𝗧𝗛𝗔𝗡 𝗢𝗫𝗬𝗚𝗘𝗡 𝗧𝗢 𝗕𝗥𝗘𝗔𝗧𝗛𝗘 ༄ ⤷ personajes de j.k. rowling ⤷ modern ! au