𝘌𝘱𝘪𝘴𝘰𝘥𝘪𝘰 𝘟

441 65 0
                                    

"El fracaso nunca será definitivo, si la determinación de alcanzar el éxito es tan fuerte que no se acaba ni se disminuye

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"El fracaso nunca será definitivo, si la determinación de alcanzar el éxito es tan fuerte que no se acaba ni se disminuye."

El vendedor más grande del mundo (1968), Og Mandino

   En un pestañeo el dolor en su estómago como el cuarto en que estaba fue reemplazado completamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

   En un pestañeo el dolor en su estómago como el cuarto en que estaba fue reemplazado completamente.

   Sus piernas se movían rápidamente por el asfalto, la funda de su katana estaba bañada de sangre, el gotear del filo de ésta la estremeció por completo.

   Estaba confusa este suceso tampoco lo recordaba y presentía que éste no sería para nada bueno. Y entonces frente a ella, pudo notar a una mujer junto a un niño huyendo de... ella, quizo detenerse pero sus piernas no respondieron por mero impulso sus ojos viajaron hasta su pantalón, estaba salpicado de aquel líquido vital.

  Regresó su mirada al frente al percibir como aquella mujer de cabellera castaña se detenía en un callejón sin salida y su mismo cuerpo caminaba hasta ellos.

-¡Por favor haré lo que sea pero déjenos vivir! —Quería detenerse pero no podía, su cuerpo se negaba a obedecerle. -¡Al menos no mate a mi hijo!, se lo imploro... ¡no lo mate por mi culpa! —Su mano fue dirigiéndose a al arma grisácea, trato de cerrar sus ojos pero no lo logró.

   El grito agonizante retumbó en las paredes de sus oídos a la vez del sonido de su katana al desenvainarse y de un solo movimiento acabó la vida de la mujer ante la oscuridad de la noche, el cuerpo cayó bajo sus pies manchando sus botas de rojo carmesí.

   El niño, tembloroso, yacía en el suelo abrazando el cuerpo de su madre. Sus susurros llamándola no pudo mejorar su estado.

-¿Has acabado con ella? —Red se asomaba por el callejón, teniendo ese aire de inocencia a su alrededor.

-¿Tu qué crees? —Su boca se abrió en contra de su voluntad. Quería despertar y no recordar nada de éste recuerdo.

-Tranquila bestia, solo preguntaba. —Recargó su brazo en el hombro de Rossi dando una sonrisa de lado.

𝘕𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰𝘴 𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴♡ -𝐃𝐚𝐦𝐢𝐚𝐧 𝐖𝐚𝐲𝐧𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora