V

1.5K 111 27
                                    

-Estas celoso, se te ve en tu rostro-

-(Diosito solo te pido que este weon me deje en paz ¿Y como mierda llego a pensar eso?) estoy seguro que no estoy celoso-

El ruso puso una mano en el hombro del pequeño quien hizo una expresión un tanto extraño.

-No te preocupes no es necesario que lo ocultes, además China es solo mi amigo, si quieres me dejo de juntar con el...-

-... (No puedo con este este weon)...-

-¿Rusia pasa algo?-

-Oh China eres tu y no, no pasa nada solo estaba arreglando un malentendido con Chile-

-Y yo te digo que no malentendí nada (De que sirve justificarme, es igual que hablarle a una pared) Me iré a mi oficina, China quizás mañana te entregue los acuerdo de exportación...-

Sin más que decir se fue un poco molesto, el ruso solo veía por donde este se iba para luego pensar un poco.

-Hmm... China, ¿Cómo puedo consolar a una persona celosa?-

-¿Qué? ¿Celosa?... Eso va dependiendo de algo significativo como un regalo...-

-¿Regalo?-

-¿Por que preguntas eso, ni siquiera tienes parejas?-

-Bueno me iré, gracias por tu ayuda...-

-¿¡Que!?¡Rusia aun tenemos una reunión más como para que te vayas ahora, además me debes de firma unos acuerdos! ¡Al menos escúchame tarado!-

El ruso reviso por todo el edificio hasta encontrar la oficina del chileno, toco su puerta hasta escuchar uno pasos aproximarse y ver como abrían la puerta, el chileno al verlo intento cerrar la puerta con rapidez, pero el ruso lo detuvo enseguida.

-Nos iremos-

-¿Cómo que "nos"?-

-Quiero ir aun lugar, pero necesito que me acompañes-

El ruso tomo su mano para luego sacarlo de la oficina y cerrar aquella puerta para si irse; los dos estaban afuera de una tienda de ropa una muy lujosa, demasiado lujosa para el latino, al entrar solamente se quedo esperando en unos de los asiento que habia en la tienda, mientras que el ruso compraba una que otra cosa.

-(Compra como si el mundo se fuera acabar...)-

Cuando termino de comprar volvieron al vehículo donde el ruso dejo las cosas en la parte trasera, el chileno solamente estaba en el asiento de copiloto mirando las calles.

-Todos lo que hay en esas bolsas son para ti-

-¿Qué dices enfermo?-

-Lo que escucharte son para ti, como vives en mi casa te compre ropa, zapatos y una que otro cosa para tu agrado-

-No las necesito...-

El euroasiático freno de manera repentina asiendo que el chileno se afirmara de la manilla del auto y lo miro con molestia.

-¿C-Como que no las necesitas? ¿A-Acaso quieres algo más?-

-Yo no quiero y necesito nada, además ya trajes mis cosas de mi casa, no necesito más cosas-

-Dejas esas cosas, además lo que yo te compre son de marcas muy lujosas-

-No me sorprende mucho Adidas que digamos o si son de otras marcas, no las quiero, asi que ve a devolverlas y una cosa más avanza las luz ya esta en verde, estas haciendo taco-

-Acaso no has visto los precios de esto, para algunos seria como un sueño en tener esa ropa-

-¡Ya te dije que no las quiero y has avanzar el puto auto de mierda que los demás están esperando!-

-¿Creo que te estas volviendo muy rebelde conmigo?-

-¡NADA QUE VER WEON, AVANZA DE UN PUTA VEZ RUSIA!-

Luego de estar un tiempo causando trafico por fin estaban en casa, el chileno bajo del vehículo y fue enseguida a la habitación donde se hospedaba, el ruso solamente suspiro un poco frustrado al saber que los regalos no funcionaron, pero las dejara en la habitación del chileno para que al menos piense en usarlos, al paso de unos días la relación entre ambos era un tanto estrecha en especial para el chileno, quien trataba de todas manera alejarse del euroasiático; un dia habia nevado y lo peor es que el chileno no habia traído la ropa de invierno y se puso a revisar muy bien sus cosas para ver si tenía algo y se topo con la ropa que le habia comprado el ruso, las reviso y noto que habia ropa de cualquier tipo, solamente quejo rendido y se puso la de invierno de alguna forma agradecía aquello y lo más extraño era que todo era de su talla exacta, pensaba ¿Como es que adivino su talla de ropa?, después de tanto pensar salió de la habitación seguido salir a afuera donde se encontró al ruso cortando leña, ahora que lo notaba aquella vivienda estaba un poco apartada de la ciudad por lo que se le hacia un poco más relajante al no escuchar los sonidos de los autos y de las personas.

-Es bueno saber que al menos usas la ropa que te compre-

-Solo las uso porque no tenia ropa de invierno asi que no te emociones... ¿Por que no estas tan abrigado te puede dar algo?-

-¿Ahora te preocupas por mi?-

-Olvida lo que dije...-

-Jejeje ¿Quieres dar una vuelta por el lugar?-

-Bien de todo modos no tengo otra cosa más que hacer, además de aguantarte...-

Sonrió por la respuesta del latino para luego dejar el hacha aun lado y guiar al chileno por el bosque, durante la caminata todo era silencio que para el latino era agradable, mientras que el ruso le parecía un poco estresante, llegaron hasta un lago que no estaba del todo congelado, pero el ruso le gustaba el riesgo al parecer, ya que este estaba sobre el hielo, que pareciera que en cualquier momento se rompería.

-¡Rusia sale de ahi te vas a a caer al agua!-

-No pasara nada, además esta completamente congelado-

-¡Deja de comportarte como un cabro chico y sale de ahi!-

-Ya te dije que no me va pasar nad-...-

Pues si, cayo al lago, el chileno vio aquello con horror para luego ir y sacarlo con rapidez le toco la piel al ruso quien estaba inconsciente y noto que estaba muy helado preocupándole bastante.

-¡Es que te lo dije, pero no haces caso!-

Frio y calorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora