Frio y calor

XVIII

Luego de unos minutos estaba en la habitación, más preciso acostado en la cama, con el cubre cama hasta la cabeza, realmente se sentía un poco cansado al igual que un poco de decaído, tenía mucho que pensar y más en ese país quien fue amable en su momento y lo trato como si no le importara.

–(No debo de confiar mucho en él... y más por su forma de ser... puede que al principio fue amable, pero... creo que planea algo... o solo estoy sacando falsas conclusiones... que dejo de hacer?)

Mientras pensaba, sintió como alguien se sentaba aún lado suyo, algo que hizo que volviera en sí, para si mirar al ruso, quién lo miraba un tanto preocupado.

– ¿No trabajaras hoy...?

Noto como este tocaba su rostro con delicadeza al igual que sus mejillas, algo que hizo que se pusiera en alerta.

– ¿Qué estas haciendo?

– Revisando que no tengas fiebre, estoy seguro que tengo un termómetro en algún lado, pero no puedo encontrarlo... pero no se si tienes fiebre o no

– Estoy bien

– Aunque ¿Como podría saberlo? Ni siquiera se muy bien lo que es tocar algo cálido... Como te habrás dado cuenta, no soy capaz de sentir esas cosas... Nunca antes lo había sentido, así que no puedo saber que tan caliente o frío debe estar el cuerpo de otras personas

– ... (Así que él no puede sentir... demasiado... pero... !¿Por que sigue tocando mi oreja?!)

– Después de todo, la única persona con la que siento calidez eres tú, Chile, por eso, no me gustaría que te enfermaras, porque si te enfermas, no podré meterme contigo, aunque quisiera...

...

– Muchas gracias por invitarme nuevamente

– Nada de gracias compa, tu siempre seras bienvenido en esta casa

– Me alegra escuchar eso... Oh, como... Prepararon todo esos platillos?

- Esto no es nada wey, Perú y yo, podemos hacer todo sin problemas

– Siempre y cuando no se agarren a mangas...

– Hay que cosas dices chilito jaja

Dijo nervioso para si taparle la boca, mientras que el contrario trataba de apartarse de este con molestias.

– Oigan parces, tomen asiento, la comida se enfría

Todos asintieron y fueron a sentarse con tranquilidad para luego de unos minutos comenzar a comer entre charlas.

- Por cierto, Rusia, no era necesario que nos trejeras regalo, con que vengas es suficiente

– [Perú tu callate si]

Decía Paraguay, mientras que le pellizcaba un poco la mejilla, el chileno al ver aquello solamente rió por lo bajo y siguió comiendo en silencio.

– Claro que debo de traerles obsequios, me invitaron a cenar, así que no hubiera sido cortes de mi parte aparecer con mis manos vacías y enserió agradezco mucho esta gran cena

– (Parece que la pasan bien con ellos, realmente no lo entiendo, el puede ser tan caballeroso en público, pero conmigo es un patán... pero he notado que hace una semana no me hace nada, creo que esta muy ocupado o preocupado... sera que se dio cuenta que salgo con Usa en secreto?)

– Chilito, te quedaras a dormir hoy?

– ¿Chile?

– ¿Chile?

–¡Hey Chile!

–Tierra llamando a Chile

Dijo Rusia para si tocar el hombro de éste para llamar su atención, pero el sureño notar al sentir tal toque, había dado un pequeño salto al igual que un grito por el susto, causando que con su brazo le lanzará su sopa sobre el ruso.

– A la verga! Estas bien?!

– Eso estaba muy caliente! Te encuentras bien?!

...

– Te traje un cambio de ropa... Yo lo siento... estaba distraído... Ugh!

Fue acorralado contra la pared por el ruso, quién lo miraba de forma penetrante, poniéndole bastante nervioso, por lo que este puede llegar hacer.

– Chile ¿En que estabas pensando? ¿Hay algo que te preocupa?

– N-No, no es nada...

– ¡No mientas! ¡Solo dilo! ¿Qué sucede?

–No me pasa nada, de verd-...

– Piensa muy bien en que me vas a responder, si continúas diciéndome que no sucede nada y sigues con esa mentiras tan evidentes... haré todo lo que esta en mis manos... para asegurarme de que lo único que salga de tu boca sean tus sonoros gemidos de placer... ¿Y bien...?

Tras dicho aquello sonrió de manera tranquila, mientras que acariciaba con delicadeza la mejilla del latino, quien estaba bastante molesto por ello.

– ¿Eso fue una amenaza?

– ¿Amenaza? No, solo fue u a advertencia, sin embargo... si es necesario, tendré tendré recurrir a eso

– ...

– Honestamente... ¿No he sido bastante considerado hasta ahora? Si continúas así, será un problema... Chile, se supone que eres mi compañero, no deberías de pensar en nada más que en ti y en mí, ahora dime ¿En que estas pensando?

– (Tengo que inventar una excusa, pero no se me ocurre nada... además, el tiene mucha razón, he estado muy distraído, por que lo único que pienso es como puedo esconder esas salidas con el gringo... si se entera, es muy evidente que se enojara mucho... y tarde temprano se dará cuenta de mis repentinas salidas)... Lo siento mucho... Tratare de no distraerme mucho estando contigo

– No es eso ¡¡Maldición!!

Dio un fuerte golpe en la muralla al lado de la cabeza del chileno, quien dio un respingo por tal acción, por lo que tembló levemente por ello.

– Dime lo que te molesta, quiero saber exactamente que es lo que atrapó tu atención

–...