Frio y calor

VIII

—Ya déjame de golpearme soy un paciente y además ya me duelen las mejillas—

Se toco sus mejillas con dolor, aunque el chileno un tenia ganas de seguir golpeándolo y no dudaría en hacerlo.

—Eso te pasa por aprovechado—

—¿Por que aprovechado? Solo quiero llevarme bien contigo, pero tu estas arruinando nuestra relación personal—

—(¿Relación personal?) Disculpa weonsito, pero no tengo ningún interés en tener una relación "amorosa" y menos si se trata de ti—

—¿Por que te abstiene cuando ya hemos llegado tan lejos?—

—¿A que te refieres con eso?...—

—No finjas demencias, ¿Sabes muy bien de lo que hablo o quieres que te lo explique?—

—N-No es necesario que lo hagas...—

—Bien te las diré...—

—(¡Por que nunca me escucha!) ¡Ya te dije que no es necesario y si sigues te volveré a pegar!, pero esta vez no vas ser una cachetada o un golpe en tu rostro...—

Vio como este callo y tapaba su parte baja con nervios, solamente suspiro un poco tranquilo miro a los otros dos quienes tosieron levemente haciendo que no escucharon nada.

—Bien, al menos sabemos como hacer para que se le suba la temperatura, Chile te encargamos a ti para que cuides a Rusia—

—¿Es una clase de broma?—

—La verdad es que no, además tu vives con el por alguna razón, por lo que tu podrás mantener a mi hermano con su temperatura normal—

—...—

—Vamos Chile, tienes que confesar que estas loco por mi—

—En tus sueños quizás...—

—No seas tímido solo di la verdad...—

—¡Te estoy diciendo la puta verdad!—

El chileno y enojado estaba dispuesto a irse y el ruso al ver aquello se altero un poco para luego tratar de levantarse e ir detrás del latino, pero su hermano lo detuvo haciendo que este no pudiera levantarse.

—¡Suéltame!, no quiero que se vaya dile que se quede conmigo—

—(Cuando dejara en paz al pobre de Chile) ¿Chile te puedes quedar?—

—Puedo, pero no quiero...—

—Por favor quédate conmigo no quiero estar solo...—

—¡Y yo que imbécil!—

—Tu no cuentas, por favor quédate—

Se dio la vuelta y ver al ruso quien estiraba su mano hacia a el para que la tomara, lo pensó un poco para luego acercase al ruso y apretarle una mejilla.

—Me quedare con la condición de que te quedes quieto ¿Aceptas?—

—Auch, claro que si, pero suéltame eso duele—

—Bien mamon...—

Lo soltó seguido de alejarse un metro no iba a dejar que este lo tocase por ningún motivo.

—¿Cuándo me daran de alta?—

—Mañana lo más probable, ya que aun tenemos que asegurarnos de que este completamente bien—

—Es bueno oír eso ¿No estas feliz por esto Chile?—

—¿Debería?—

—No seas insensible conmigo, yo te adoro demasiado—

—Yo no, asi que calla...—

—...—

La organización ya un tanto incomodo les dejo unas pequeñas instrucciones a los tres para luego retirarse, mientras que el chileno solo opto por ignorar al ruso y sentarse en unos de los asientos de la habitación, el eslavo lo llamaba, pero ni caso le hacia no quería seguir discutiendo, ya le dolía un poco la cabeza y que además que la ropa que lleva aun estaba húmeda por lo que se le hacia un tanto incomodo andar con ella.

—¿Ucrania tienes tu celular contigo?—

—Eh, si lo tengo ¿Quieres que te lo empreste?—

—Si por favor, necesito hacer una llamada—

—Claro, ten...—

Le entrego su móvil para luego ver como el chileno agradecía y salía por un momento con el al pasillo, el ruso al ver eso solamente quejo por lo bajo para luego taparse con aquella mantas.

—Tengo frio...—

—No seas llorón—

Minutos después vieron como la puerta se abrían divisando la figura del chileno quien se veía un poco más relajado que antes, le entrego el móvil al ucraniano y se fue a sentar.

—Bueno gracias Ucrania, ahora México vendrá a dejarme ropa de cambio—

—De nada, pero ¿Por que no me dijiste que yo fuera por tu ropa?—

—No quería molestarte, además ya tenias mucha preocupación por culpa de este weon—

—¿Cómo que por mi culpa?—

—¿Quién fue el aweonao que fue jugar al lago y cayo al agua congelada?—

—(Que malo es)Yo...—

—Que inteligentes eres...—

—Pff... jajajajajaja—

—¡Ucrania no te rías!—

—Jajajajaj, perdón... Jajajaja—

Luego que Ucrania terminara de reír hablaron un poco para pasar el tiempo, escucharon que tocaron la puerta de la habitación por lo que el chileno se levanto y fue abrir encontrándose con el mexicano quien tenia una mochila en su mano.

—Ha llegado tu príncipe azul chilito—

—Y donde esta que no lo veo—

Miro al alrededor del mexicano como si estuvieran buscando a alguien, el contrario solamente bufo para luego ver como el chileno tomaba la mochila y salía de la habitación para buscar un baño

—Oye perate ¿Ni un gracias?—

—Eh si gracias creo...—

El mexicano solamente suspiro y se quedo viendo a los que estaban en la habitación sintió la fuerte mirada del ruso sobre el y digamos que no estaba para contento.

—Hola carnales... ¿Todo bien por aqui?—

—Si, es que a veces Rusia suele ser un imbécil hasta casi muere de hipotermia...¿Tu eres unos de los hermanos de Chile o me equivoco?—

—Pues digámosle que si y no, todos fuimos adoptados por España por asi decirlo por lo que tan hermanos no somos, pero nos tratamos como tal—

El ruso solo se mantuvo callado nunca pensó que el mexicano fuera parte de la familia del latino debía de conocer más al sureño.

—Oye ruso todo bien contigo—

—Que te importa...—

—Vaya que frio eres jajaja—

—¿Es un chiste cierto?—

—(Ya valí)...—