Frio y calor

XIII

Chapoteos, gemidos y al igual que el agua correr de la ducha se escuchan en la habitación, el chileno de manera cansada estaba de espalda del ruso afirmándose de la pared de la ducha, mientras que el contrario seguía embistiéndole como si nada, ni siquiera se le notaba cansado, mientras que a el le temblaba sus piernas, ¿Tan cruel es el destino que ni una ducha puede darse tranquilamente?.

—Yo me metí a la ducha a limpiarme, ¡No a que me siguieras culiando!—

—Oh vamos, se que quieres seguir pequeño~—

—¡Si nos caemos, sera tu culpa... Ah!—

—No va pasar, el piso es antideslizante—

—(Es como si todo estaba fríamente calculado)—

Al dia siguiente sentía todo su cuerpo adolorido, como si hubiera hecho ejercicio todo el día de ayer, bueno ¿Cuál es la diferencia con todo lo que hizo ayer con el ruso? dirán mucho, pero aun asi su cuerpo dolía demasiado y para hacer las cosas peor estaba en la sede de la organización, ya que tenia juntas con algunos países, miro al ruso quien iba al lado de el con una sonrisa satisfactoria por lo que solo bufo molesto.

—¿Aun sigues enojado?—

—Ni si te ocurra acercarte a mi, maldito perro...—

—Aun no entiendo, ¿Qué fue lo que te molesto?, además todo lo que hicimos ayer fue muy poco—

—¿Muy poco? ¡estas completamente loco! Si me llegaras a invitar otra vez a una "Cita" olvídate de que te volveré aceptar—

—Eso es muy cruel de tu parte cariño—

—No me llames cariño...—

Camino un poco rápido para alejarse del él, no quería iniciar su día peleando nuevamente, sintió como alguien golpeaba su espalda baja sintiendo un gran dolor en el lugar.

—¡Órale chilito!, ¿Estas listo para nuestra junta?—

—(Duele, duele, duele...) S-Si...—

—¿Hmm? ¿No me digas que te hecho daño? perdón no medí mi fuerza—

—N-No pasa nada... ¿Ya esta todo listo?—

—Si, vamos para que terminemos esto rápido—

Durante su juntas hablaban de los tratados, bienes y logros que han obtenidos durante los años, pero Chile no prestaba atención del todo lo que decía el contrario, estaba más concentrado en el dolor de su cuerpo que era como si muchos cuchillos calientes lo atravesaran a la vez, además estaba maldiciendo en todos los idiomas que sabia al ruso y también se maldecía así mismo por seguirle el juego al contrario; cuando terminaron el mexicano miraba de manera preocupante al sureño.

—¿No quieres que te compre medicamentos o algo?—

—Estoy bien, solamente necesito descansar—

—A todo esto, ¿Qué tienes?—

—Atrás tuyo esta la causa de lo que tengo...—

—¿Que?—

Se dio la vuelta encontrándose con el pecho del ruso para luego dar unos pasos atrás y verle la cara.

—¿Qué le hiciste a mi hermano?—

—¿De que hablas?—

—(Si serán weones) me voy ahora tengo junta con Ecuador...—

—Pero esa junta lo tienes para una hora más—

—Lo se... Solo quiero estar alejado de ti—

Dijo sin mirar al ruso quien solamente lo miraba un tanto confundido, pero decidió darle su espacio.