Jaque Mate: Perte 12

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Marinette se alejó lo más posible de Félix. Ella no quería que él viera cuán afectada se sentía por todo aquello, pero lo cierto es que no creía que pudiera soportarlo por más tiempo. Finalmente, le regaló una sonrisa completamente falsa, mientras permanecían en la piscina. Después de todo, se suponía que ellos dos estaban saliendo, y que ella debía sentirse feliz. A pesar de lo anterior, Marinette notó que los espectadores a su alrededor no la miraban a ella, sino a Adrien. En aquel momento, ella recordó las palabras de Dauphine, pues todos esperaban que ellos terminaran juntos, y nadie contaba con que ella eligiera a Félix.

A pesar de lo anterior, todos volvieron rápidamente a la normalidad, y regresaron a sus propios asuntos. Marinette aprovechó la oportunidad para salir de la piscina. Ella se puso su short y su camiseta, y comenzó a alejarse hacia los terrenos que rodeaban el hotel. Marinette llegó a un parque infantil que aún se encontraba nuevo y esperando a sus futuros usuarios.

Ella se sentó en el columpio, mientras sentía que el fuerte sol de las primeras horas de la tarde le quemaba la piel a través del agua clorada de la piscina. Marinette pateó el polvo bajo sus pies, en tanto este se colaba por sus sandalias. Nuevamente, ella sintió sus ojos irritarse, al tiempo que luchaba por mantenerse firme. Marinette había crecido en una familia estable, con compañeros y profesores que la habían protegido de situaciones como aquellas, por lo que ella no podía más que sentirse asustada ante la perspectiva de tener que enfrentarse a una situación como esa.

En aquel momento, Marinette vio a Adrien acercarse a ella, mientras que él escribía algo en su celular. Justo cuando se paró frente a ella, Marinette pudo escuchar la conversación que sostenía.

–Correo de voz – murmuró Adrien de mal humor.

–¿A quién llamas? – preguntó Marinette.

– A papá– dijo Adrien.

– ¿Para qué?

– Voy a decirle toda la verdad, tal vez nos pueda ayudar – dijo Adrien sin despegar su atención del celular. Marinette entendió que él hablaba en serio.

– ¡Detente, Adrien! – dijo ella mientras se ponía de pie. Adrien levantó su mirada del celular por primera vez y la observó atentamente.

– Claro que no – respondió Adrien – esto es demasiado grave. Félix se está saliendo de control, y no permitiré que esto siga creciendo. Si por mí fuera, le daría ese anillo y que se largue de vuelta a Londres.

– Pero...

–No, Marinette. Somos adolescentes, tal vez un adulto pueda ayudarnos– dijo Adrien – esto es demasiado grave.

– No lo es, es sólo una tontería, Félix solo quiere que pose como su novia, no es la gran cosa– dijo Marinette. Ella sabía que aquello no era más que una gran mentira. En realidad, lo que había pasado en la piscina si había sido grave.

– Por favor, no sé en qué universo paralelo el hecho de que alguien te asalte mientras estás semidesnudo no es grave– respondió Adrien elevando ligeramente el tono de voz. Marinette se extrañó al escuchar aquel sarcasmo salir de los labios de Adrien.

– no fue...

– No te atrevas a decirme que no fue tan grave, porque lo fue. Los demás no lo notaron, pero sé que estabas llorando. Te conozco lo suficiente como para saber que no estás bien. Esto está mal, y no dejaré que continúes con esta locura sólo para no meterme en problemas – dijo Adrien.

– ¿Realmente estás dispuesto a asumir las consecuencias? – le pregunto Adrien a Marinette.

– ¿Y tú? ¿Estás dispuesta a asumir las consecuencias de seguir con esta locura? – preguntó Adrien mirándola fijamente. Marinette sabía a lo que él se refería. Ninguno quería tener el peso de llamarlo por su nombre, pero los dos sabían a qué se referían.

Jaque MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora