Jaque Mate Parte 14

122 14 3
                                    


Advertencia: Este capitulo puede tener contenido sensible, para algunas personas. No grafico, ni imagenes de sexo

Marinette permaneció en silencio mientras los dos caminaban hasta el hotel de Félix. Poco antes de salir hacia la mansión Agreste. Mientras andaban, ella dejó que todo lo ocurrido aquella confusa tarde volviera a su memoria, cómo si aquello la fuera a ayudar a entenderlo mejor.

Primero, Tikki la había sorprendido, diciéndole que Félix buscaba algo en su habitación, y de no ser por ella, él habría encontrado su diario. Después, Marinette recibió un susto de muerte por parte de Adrien. Marinette sabía que él debió escuchar algo acerca de sus pendientes mientras espiaba a Gabriel Agreste, de lo contrario, él no habría vuelto a su habitación tan alterado y malhumorado como lo hizo.

Marinette sintió de inmediato la falta de sus pendientes en sus oídos. Ella llevó su mano hasta su lóbulo y tocó la extraña forma que ahora lo adornaba. Marinette había tenido experiencias bastante negativas en aquellas oportunidades en las que se había retirado su Miraculous. Sin embargo, ella decidió creerle a Adrien cuando le dijo que se encontraba en peligro. Posiblemente esto se debía a que concordaba con la advertencia de Tikki, y con la silenciosa sospecha que ella siempre había albergado sobre Gabriel Agreste.

Después de todo, gracias a la magia de los Miraculous ella también se las había arreglado para que Ladybug y Marinette aparecieran en el mismo lugar, al mismo tiempo, por lo que no sería del todo sorprendente que Gabriel también hubiera ideado una estratagema como la suya. Lo cierto era que no había otra razón para que él tuviera el libro de los Miraculous.

Había una probabilidad de que Adrien no supiera cuánta confianza ponía en sus manos, pero aún así ella decidió hacerlo, pues la amenaza de Félix seguía latente. Con el paso del tiempo, él no había hecho otra cosa más que probarle cuán bajo podría caer por lograr aquello que él quería, y justo cuando Marinette pensaba que no podía ser más malo, él hacía algo aún peor.

Los dos entraron al hotel de Félix. Marinette ya lo había visitado en varias oportunidades, no solo como Ladybug, sino cómo Marinette, ya que sus padres habían prestado varios servicios de cátering en los salones de aquel lugar. La habitación de Félix debía ser una de las más lujosas, probablemente era por ello que la administración no lo había expulsado a pesar de los ataques de los akumas. Él ya debía estar acostumbrado a esta habitación, ya que entró sin apenas prestar atención, mientras que Marinette permanecía admirando todo a su alrededor.

Félix caminó hacia el escritorio y abrió su computador. Marinette permaneció en el sofá de la sala hasta que él indicó que se sentara a su lado. La charla con la mamá de Félix fue corta y amable, la pobre mujer parecía casi extasiada de que Félix le presentara a Marinette. Ella sabía que su hijo tenía una personalidad complicada, por lo que se alegraba de que finalmente estuviera haciendo amigos. Por su parte, Marinette no pudo más que alegrarse de que no fuera como su hijo, quien no dudaba en hacerle comentarios desagradables con respecto a su ropa, sus gustos y su comportamiento. Para él nada parecía suficiente.

Marinette se molestó al pensar que había usado toda su mesada en una tienda de ropa fast fashion con el fin de comprar aquel atuendo, ya que él le había dicho que no quería que fuera con los vestidos que ella misma hacía. Se arrepintió de inmediato de haberlo tratado de satisfacer, pero era muy difícil ir en contra de su propio instinto, que tendía a evitar el conflicto a como diera lugar.

Félix se quedó hablando con su mamá brevemente, en tanto que Marinette se ponía de pie. Ella pretendió caminar alrededor de la habitación mientras miraba la decoración, pero lo cierto era que ella esperaba encontrar la camisa manchada que hasta ahora era la única evidencia real de lo que había hecho Félix. Marinette resintió no tener un bolso lo suficientemente amplio para introducir la camisa, pero ese sería un problema del que se ocuparía después, por ahora, debía enfocarse en encontrarla y cerciorarse que él no se hubiera deshecho de ella.

Jaque MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora