Dos: Tan malditamente difícil.

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Cuando salí del hotel estaba demasiado segura que mi objetivo sería realizado como si de tronar dedos se tratará, vamos nadie se negaría a ser la esposa de un Uchiha y menos si se trataba de Itachi, obviamente no consideré varios factores y por ende hasta ahora lo único que había recibido de todas las personas a las que les había ofrecido mi puesto fue un "sigue soñando".

Haber como lo explico, lo único que les dije fué "oye quieres tomar mi puesto como esposa de Itachi Uchiha" sonaba bastante convincentes, pero siempre rechazaban mi maravillosa propuesta, a menos que el Uchiha no fuera tan atractivo como decían, ahí tal vez podría justificarse mi fracaso... ¡aun así! Nadie se negaba a un año completo de lujos.

Realmente esto me ha tenido más estresada que todos mis años de universidad, y agregándole a mi estrés, hoy era el último día del plazo, osea miércoles, y me ponía más nerviosa el hecho de que en todo el día no he tenido ninguna noticia del Uchiha.

—Ino ¿me estas escuchando?— Llamé a mi mejor amiga con quien me estaba quejando, sin embargo esta le estaba prestando mas atención a su teléfono que a mí.

—Eh... si si continúa.— ¿Ven? Estoy segura que ni siquiera sabe de que diablos estoy hablando y yo aquí perdiendo el tiempo.

—Sabes que, olvídalo.— Suspiré, mientras movía el popote de mi bebida y pensaba en cual alternativa sería la más fácil para liberarme del Uchiha.

Huir a otro país donde nadie me conozca y él no tenga alcance para llegar a mí, claro, sería maravilloso si pudiera hacerlo, pero aún tengo un año de Universidad y no voy irme del país solo por él, eso sería darle demasiada importancia a algo que no lo tiene, bueno si lo tiene, o yo le doy importancia, pero es que simplemente a veces no lo puedo ignorar.

Me encantaría explicarme un poco más, pero simplemente ahora no quiero entrar en detalles, hacerlo significaría revivir momentos que quería olvidar, en conclusión preferiría evitar todo lo que tenga que ver con los Uchiha, en especial Itachi, sabía que estando cerca de aquel pelinegro era seguro que aquellos recuerdos regresarían.

Debí estar completamente loca para aceptar la invitación de Ino al asistir a la fiesta, vale, tenían comida gratis, de los mejores vinos y postres por montones, pero gracias a mi aburrimiento ahora estaba en aquella horrible situación.

—Hey, Sakura tengo que irme, hablamos luego hay me cuentas como salió todo.— Y de pronto mi rubia amiga tomó sus cosas y caminó lejos de mí, si no hubiera sido por Sai ahora Ino estuviera tomando mi lugar y yo estaría felizmente despreocupada.

—No te contaré nada.— Bufé, levantándome de la silla en la que me encontraba sentada, tiré el vaso de mi bebida al contenedor más cercano y salí de la cafetería que había en el campus.

Mi periodo de clases había finalizado y tenía la esperanza de irme a casa sin ningún inconveniente, eso esperaba, pero al ir casi llegando a la calle principal dejando el campus literalmente atrás, una voz que conocía perfectamente me detuvo.

—Hey Haruno esperó que tengas para mañana el trabajo sin falta o de otra forma te quitaré del equipo ¿entendiste?.— Apreté mi mandíbula con fuerza conteniendo mi repentina ira.

Aquí explico, Karin Uzumaki, era una compañera que tenía en el mismo departamento de medicina con la cual tengo un trabajo grupal (para mi desgracia), la tipa en si no me cae mal ni nada, solo que a veces es tan creída y tiene un ego tan alto que es irritante, además también resulta ser una habladora que cansa, y justo tenía que toparme con ella en la salida, es como si me estuviera esperando para terminar de amargar mi día.

—Claro, claro, no se me olvidará ¿algo más?— Pregunté mientras contaba números mentalmente para no estallar, sino fuera por los nervios que tengo de toparme con el Uchiha justo ahora no estaría pasando por esto.

Un Año Para Enamorarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora