Final: Unidos.

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Itachi era en pocas palabras un dios, todo lo que hacía lo hacía bien, extremadamente bien, tan bien que estaba al borde de la locura.

Donde sus manos tocaban una sensación ardiente me recorría, imposible no gemir al sentir sus labios sobre mi cuerpo, chupando, besando, y haciendo maravillas con su lengua.

Joder iba morirme de la impaciencia y la emoción, tan solo sentir su mirada intensa sobre mi hacía que mi cuerpo se excitara, estaba húmeda, y él lo sabía, su jodida sonrisa burlesca era una prueba de ello, maldije para mis adentros, realmente lo último que pasaba por mi mente era pelear con él en aquel momento.

—Por favor apúrate — pedí entre jadeos.

—Que impaciente eres Sakura-chan — se burló, mientras tocaba con su dedo indice mi vientre bajo, gemí ante la presión.

—Cabron — maldije dándole una mirada molesta, el azabache soltó una risa divertido.

—Ahora ves lo que se siente, te duele tanto porque lo quieres pero no te lo dan, es un poco injusto no crees — su voz se oscureció, borró la sonrisa divertida y en cambio esbozó una de pura maldad, tragué por eso, se miraba amenazante, imponente, y aquello me prendió.

—Itachi-kun, por favor, no seas tan malo, vamos cariño, ten piedad, te necesito — supliqué, y aquello no era mentira, estaba palpitando demasiado que se volvió insoportable.

—Joder Sakura — y tras sus palabras se deshizo de la única pieza de ropa que aún portaba, mis bragas.

Tocó mi intimidad con su dedo pulgar presionando mi clitoris, gemi, gemi con ganas, su solo tacto me hizo estremecer de pies a cabeza, y no paró, jugó con mi entrada a su placer, arrancándome gemido tras gemido, me retorcía ante su tacto, cuando introdujo un dedo dentro de mi perdí la cordura, entraba y salía marcando un ritmo, uno tan placentero e intenso.

Cerré los ojos nublándome por el placer, apretaba las sábanas con mis manos, arqueándome cada vez tocaba un punto maravilloso, estaba en las nubes solo por sus dedos, me volvía loca solo por eso, estaba sintiendo todo tan intensamente que cuando me golpeó mi primer orgasmo tuve que aferrarme a sus brazos en lugar de las sábanas para reducir la intensidad.

—Ah, ah, Itachi — hablé con dificultad entre jadeos, estaba agitada, eso había sido jodidamente maravilloso.

—No creo soportarlo mas Sakura-chan — murmuró en mi oído con voz ronca, busqué su mirada, sus pupilas estaban dilatadas, sus ojos bañados en deseo.

—Te quiero dentro de mi, cariño — mi voz fue suave, seductora.

El azabache no necesitó mas confirmación que esa para liberar su miembro sacándose el boxer por completo, en aquel momento ni siquiera me importó que su tamaño fuera descomunal, lo único que necesitaba era que llegara tan profundo que olvidara mi nombre por completo.

—Aunque me pidas que pare no lo haré — ante aquella declaración lo sentí deslizarse dentro de mi.

Mi espalda volvió a tocar las sábanas, sin embargo esta vez me aferré a su cuello, el dolor que me invadió tras aquella intrusión fue tanto que cerré mis ojos con fuerza, era demasiado, pero lo necesitaba, había deseado tanto sentirlo, que el dolor era un sacrificio que estaba dispuesta a aceptar, además Itachi llenó mi rostro de besos, me acariciaba delicadamente, su tacto dulce compensaba el dolor.

—Lo siento, solo un poco mas — a pesar de que se estaba conteniendo trataba de mantenerme calmada, era tan dulce.

—Te amo — solté de repente, estaba segura que de mis ojos escurrían lágrimas, aun así busqué su mirada, estaba apretando la mandíbula y achicando sus ojos.

Un Año Para Enamorarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora