—No, de ninguna forma.
—Vamos, solo será un momento, de verdad.
—¿Como crees que vamos a salir de aquí, tan lejos y sin vigilancia de Risotto?.
Giorno aun sostenía aquella pequeña nota. Era solo un día, un día y una única oportunidad de volver a ver a Mista. Ciertamente, sus esperanzas de escapar llegaban más abajo del numero cero, pero quería verlo, lo necesitaba, necesitaba escuchar lo que tenía para decir y de alguna manera, su mente creía que eso lo haría sentir liberado. Que ese gesto le quitaría un peso de su delgada espalda y al menos podría vivir un poco más en paz por si mismo.
—Bien, ¿Qué planeas que le diga a Prosciutto?.
Doppio se recargó en la pared, con los brazos cruzados y mirando hacia arriba. Su corazón latía un poco por lo atrevido de la propuesta del rubio. Escapar sin más, dejandolo por su cuenta durante algunos minutos y luego volver. No sonaba descabellado de no ser por la extrema vigilancia y cuidado que tenían con Giorno, sería un problema si alguien se enteraba, rodarían cabezas.
—Que necesito ropa nueva, no es la primera vez que salimos de compras solos, además el señor Diavolo siempre gusta de verme con algo nuevo.
—Correcto, pero las veces que hemos salido en soledad han sido pocas, ¿Que te hace pensar que conseguiremos permiso?.
—Simplemente podríamos intentarlo.
El pecoso dio un largo suspiro, era imposible decirle que no al rubio. Era la primera vez que lo veía verdaderamente desesperado, sin importar que su rostro mantuviera esa expresión neutral, Doppio podía verlo, a través de él y de sus ojos. Suspiró de nuevo y caminó hacia la salida —Bien, pero será la única vez.— Dijo.
Giorno sonrió para si mismo. —No haré nada que nos ponga en peligro, solo serán unos minutos, te lo prometo.—
🥀🥀🥀
Pasó sus delicados dedos por la superficie cristalina, terminando su recorrido al topar con el pequeño recipiente color azul. Observó por un momento el contenido y lo puso en su lugar para repetir la misma acción, esta vez con uno de color morado. —¿Qué te parece, Mista?.— No obtuvo respuesta de su acompañante, así que se giró para tomar uno nuevo, esta vez era un esmalte rojo. —¿Y este? Mista, ¡MISTA!—
El mencionado saltó sobre su propio asiento, sorprendido por el llamado de la joven pelirosa. —Perdona, perdona... hmm... veamos...—
—No importa, tomaré el rosa.— Le dijo antes de dejarlo termina. Cualquiera creería que la chica estaba molesta, pero Mista conocía su personalidad casi tanto como conocía a sus compañeros. No le tomó importancia y volvió a enfocarse en sus propios pensamientos mientras veía como Trish pintaba sus uñas con el mismo todo rosado que usaba siempre.
—Abbachio está por regresar, no hagas un desastre en el auto.
—Soy muy cuidadosa siempre, Mista.
El moreno no emitió otra palabra, bajó el vidrio del copiloto y dejó entrar el helado viento, respirando profundamente como si el aire fuera a purificar cada una de sus penas. Habían pasado días de su reencuentro con Giorno, y ese recuerdo era algo que se negaba a abandonar sus mente, mañana era la fecha que puso en el papel, mañana volvería a verlo si es que corría con suerte.
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Venus Doom 》Vento Aureo AU! [MisGio]
RomanceEn el burdel más secreto y exclusivo de la ciudad, Giorno Giovanna, que ha sido privado de su libertad, se vuelve complice de Guido Mista, policía que busca resolver un crimen que envuelve al misterioso burdel. Mista promete sacar a Giorno de ese l...