Despertó cuando el cielo aun era oscuro, minutos antes de que los colores que enmarcaban la ciudad comenzaran a cambiar. Sin ningún tipo de fatiga comenzó su rutina dirigiéndose al baño, observando a su paso lo desordenado del cuarto de hotel.
Documentos y carpetas en la mesa que no se había molestado en guardar y algunas prendas de ropa en el piso. Finalmente llegó a su destino, donde sus pertenencias de higiene personal se encontraban, junto a su pistola y algunas balas regadas sobre el lavabo. Juntó todo en una orilla y las dejó caer en un cajón, pues si alguien veía aquello, sería un problema.
Antes de cerrar el cajón de madera, algo llamó su atención, era el delgado libro que dejó olvidado en su vieja habitación por años, el cual cargó consigo para esta misión.El cuero falso estaba desgastado, al igual que el broche inservible. Lo abrió lentamente, analizando su contenido. Fotos de sus días de entrenamiento, de sus viejos amigos, imágenes donde aparecía al lado de Abbachio y, su ahora, jefe.
Se detuvo en una de las páginas mientras el mar de recuerdos lo invadía. Aquella foto fué tomada el día que se volvió cercano con Trish.
Se quedó mirandola por unos momentos, pasando sus ojos por cada detalle de aquel rígido papel, detalles que él ya sabía de memoria. La dejó en su lugar, pues ya no podía perder más tiempo en la habitación.🥀🥀🥀
El dulce aroma a miel invadía cada espacio del restaurante, desde la entrada Mista era bien recibido por el olor del desayuno caliente que servían en cada mesa. Buscó moviendo su cabeza de un lado a otro hasta ubicar a Leone Abbachio, quien estaba ocupando una de las mesas más alejadas.
—Buenos días.— Le dijo seguro y tranquilo, tomando asiento frente a él y después ojeando la carta.
—¿Cómo va todo?.— Abbachio tomó un sorbo de su café, esperando por una respuesta mientras Mista hablaba con la joven camarera
—¿Cómo va qué?.—
Abbachio dejó la taza sobre la mesa, emitiendo un sonido lo suficientemente fuerte para romper el aura relajada de Mista. Esperó lo suficiente hasta que la camarera se alejó de ellos para inclinarse mirandolo directamente.
Mista podía sentir una pequeña gota de sudor marcar un camino por su frente, esperando que el gorro que solía usar escondiera su nerviosismo ante la feroz mirada de Leone.—¿Cómo qué mierda, Mista?. Esto no avanza y nos quedamos sin tiempo, ¿Qué haz estado haciendo hasta ahora?...— Aunque intentaba modular su voz, cada vez se volvía más notoria a causa del enojo.
—Basta, basta... Esta bien...— Mista se acercó más a él mientras interrumpía su discurso. Se tomó unos segundos para ordenar sus pensamientos y no quedar mal ante la presencia de Leone. —La investigación va bien, este chico del que te hablé...—
Un gran gruñido de fastidio lo hizo callar. Abbachio se recostó en el asiento mientras cruzaba sus brazos en modo de desaprobación. —Aun con la magnitud de peligro que contiene este caso... ¿Insistes en confiar en un mocoso desconocido?.—
—¡En verdad, Abbachio!— Mista no terminó de hablar, pues Abbachio se paró del lugar dispuesto a irse.
—Tu fuiste quien rogó por esta misión, decidí acompañarte para evitar esta clase de inconvenientes. Necesito una solución para mañana a medio día, de lo contrario, tendré que llamar a Buccellati.— Dijo mientras sacaba dinero de su cartera y lo dejaba sobre la mesa a manera de paga.
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Venus Doom 》Vento Aureo AU! [MisGio]
Roman d'amourEn el burdel más secreto y exclusivo de la ciudad, Giorno Giovanna, que ha sido privado de su libertad, se vuelve complice de Guido Mista, policía que busca resolver un crimen que envuelve al misterioso burdel. Mista promete sacar a Giorno de ese l...