𝙵𝚊𝚗𝚝𝚊𝚜𝚢; La fantasía es contar historias con el poder seductor de transformar lo imposible en lo imaginable.
✨ Donde escribo historias cortas de cualquier personaje.
O
Donde tu haces tu pedido y yo trato de cumplir tus espectativas.✨
— Basta, no puedo— murmure jadiante mientras me tumbaba al piso, totalmente agotada.
— ¡Vamos!— animó— casi no llevamos nada, Ari— recordó, alce mi cabeza mientras lo miraba con una ceja enarcada.
— Miguel, llevamos más de una hora— recordé, él soltó un bufido.
— Eso no es nada, Ari— se sentó unos centímetros lejos de donde estaba tumbada tratando de recuperar el aliento.
— Para ti. Soy principiante, ¿recuerdas, amorcito?— solté una risita viendo como sus mejillas se encendían ante el mote.
Llevábamos casi dos años saliendo y él seguía sonrojandose cuando le llamaba por motes cursis.
— D-deberiamos seguir— tartamudeo intentando sus coloradas mejillas, sonreí.
— Está bien— me rendí y me puse de pie.
— Ponte como te dije— asentí mientras adoptaba la posición que me había enseñado a penas decidí que él me enseñase Karate.
— Prefiero ir a comer algo— dije cuando bloquee un golpe, y se lo regrese.
— No hables, Ariana— hice una mueca, me concentre y pronto logré tumbarlo.
— ¡Te gané!— exclame mientras alzaba mis manos en señal de victoria.— En tu cara, cariño— me mofe.
Una sonrisa estaba plasmada en los labios de mi novio, su rostro se iluminó y supe que se le había ocurrido hacer algo. Y si, sus manos jalaron mis piernas haciéndome caer.
— Eres un mal perdedor— me queje cruzando mis brazos, él se rió de mi y se posicionó encima de mi cuerpo.
— Te deje ganar— dice simplemente mientras se encogia de hombros.
— Claro, por que así sería de mucha ayuda a mi aprendizaje, ¿cierto?— reproche con sarcasmo, él negó con la cabeza.
— Bien, ganaste— admitió de mala gana, reí pasando mis brazos sobre sus hombros.
— ¿Que más?— pregunté seductoramente contra sus labios.
— Por tus propios méritos— terminó rodando los ojos, reí.
— Lo sabía, así que por favor quitate de encima. Tengo hambre y doy por terminado la práctica— él negó mientras dejaba un delicado beso en mi mejilla.
— Nop, quítame si puedes— retó, reí. Lo distraje un poco dejando pequeños y repetidos besos en sus mejillas, mentón y labios.
— Si, ahora vamos— me mofe cuando logré darle la vuelta, extendí mi mano y el se puso de pie con mi ayuda.
— Eres una tramposa— me acusó empujando ligeramente mi cuerpo.
— No, que tu tengas una debilidad por mi no quiere decir que sea tramposa ¿cierto?— sus mejillas se ruborizaron.— ¿Enserio te ruborizaste, Miguel?— pregunté, sus mejillas se encendieron mal logrando mi objetivo— Oww, pero si eres una dulzura, amor— pellizque su mejilla haciéndolo quejar.
— No lo soy, cariño— abrí mi boca con asombro cuando lo escuché llamarme cariño. Al instante mis mejillas se encendieron— ¡Pero si la dulzura eres tú, amor!— dió énfasis al apodo "cursi".
Amo realmente a este chico.
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Perdona la demora, solo que no tenia muchas ideas sobre el shot que me pediste y sinceramente espero que sea de tu agrado ya que no lo fue mucho del mío.
