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Verlo nuevamente me hizo recordar todos los momentos que pasamos juntos y lo feliz que me hizo. Gaara es la primera persona que amé con todo mi ser, con quien compartir muchos episodios de mi vida, mis tristezas, alegrías, triunfos y fallos; y él hizo lo mismo conmigo. Después de haber tenido una ruptura algo dramática, quise odiarlo por haberse ido sin darme explicaciones pero no pude hacerlo, con solo pensar en borrar  todos los recuerdo con él. Simplemente me dolía hasta el alma, tenerlo frente a mi, me hizo recordar que aún lo quiero.

—Ha pasado mucho tiempo desde la última vez —acortamos la distancia entre nosotros y acaricio mi cabello —, lamento haberte dejado de esa forma.

—Quedo en pasado —susurre lo suficientemente audible para él y lo abrace.

—Estoy tan feliz de tenerte de nuevo en mis brazos —recargo su cabeza sobre mi hombro.

—Estoy más feliz yo, no sabes cuánto tiempo espere por volverte a ver. —disfrute el abrazo de él, había olvidado la calidez que siempre me brindó en el pasado.

Estoy muy feliz de verlo pero a la sensación de tristeza aparece de momento, como una pequeña chispa en mi pecho. Las emociones encontradas me hacen sentir confundida e insegura, tengo miedo que esto sea efímero y desaparezca como aquella vez.
Nos quedamos en silencio un rato, fue tan cómodo que olvide que estamos en una pequeña sala del hotel donde se está llevando acabo la fiesta. Aunque si me ponen a elegir prefiero mil veces estar sentada en el sillón a su lado con mi cabeza recargada en su hombro mirando nuestras manos enlazadas que estar allá afuera.

—Me entere que te casaste —oír aquellas palabras se pronunciadas por su boca me sorprendieron.

—Si —agache la cabeza y solté sus manos —, lamento haber roto nuestra promesa.

—No te disculpes, es mi culpa por haberte dejado tanto tiempo —me tomo de la barbilla para mirarlo.

—Pensé que no regresarías —soltó mi barbilla y tomo mis manos.

—También lo pensé, cuando mi padre me obligó a regresar  sentí eterno los días sin ti, siempre anhele poder volver a verte. No había día en que no pensara en ti.

—Gaara —cerro sus ojos ante la caricia en la mejilla que le di.

—Dime Tenten, ¿lo amas?—abrió sus ojos ante su pregunta, siempre ame el color se sus ojos.

—No —dije, me sentí hinoptizada por aquellos orbes aguamarina.

—¿Entonces porque te casaste con él? —volvió a preguntarme

—Es un favor que le hice —sin dejar de mirarlo me sincere.

Él es la única persona a quien no quiero mentirle, después de conocer a Neji me volví una mentirosa, con mis papás, con Lee, con Temari, con Neji e incluso conmigo misma. Se que en cualquier momento empezaré a vivir bajo mentiras o todo terminará mal.

—No quiero agobiarte con preguntas, se que tendrás tus razones por las cuales te casaste —suspiro.

—¿Estas molesto? —negó con una ligera sonrisa

—Es tú decisión, si te hace feliz no interferire en nada —dijo calmadamente y eso me molesto un poco

—¿Por qué no te enojas conmigo? —me separe de gaara y lo mire un poco molesta —, di algo, enójate. ¿Por qué todo lo tomas tan calmado?

Comencé a empujarlo levemente, me molesta que acepte todo sin reprocharme nada, ¿Ha sido así siempre? Quiero que exprese lo que sienta y que no se guarde nada. Detuvo mis golpes con ambas manos, lo mire y él al verme se sorprendió, entonces noté que mis lágrimas corrían por mis mejillas, estoy llorando, me atrajo hacia él para abrazarme.

Falsa Felicidad NejiTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora