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Es viernes por la mañana, sentí demasiado frío al despertarme, me levanté a mirar por la ventana, el cielo esta completamente nublado, corría aire por como se movían las hojas de los árboles. Me gustan los días fríos, de niña solía salir a jugar en estos climas pero mamá odiaba eso y no me dejaba salir, así que solo me quedaba apreciándolo por la ventana.

Unos brazos rodearon mi cintura y una calidez inundó mi espalda. Supe que era Neji porque recargo su barbilla en mi hombro.

—Vuelve a la cama, hace demasiado frío. —sentí como temblaba de frío. Se separó de mi y me jalo para volver a la cama.

—Es tarde, debemos levantarnos —dije, pero se aferro en un abrazo a mi cuerpo cubierto por las cobijas

—No, hace demasiado frío —reí por su comportamiento

—Toma un baño y abrígate bien, con eso no tendrás frío —acaricie su cabellera

—Me quiero quedar aquí todo el día —afirmó y ya no dije nada, nos quedamos.

Me volví a dormir pero un sonido me despertó, me di cuenta que estaba sola en la cama. No había señal de Neji, revisé la hora, ya era tarde. Así que me levanté, tome un baño y me vestí, al salir de la habitación. Un aroma inundó mis fosas haciendo gruñir mi estómago, baje al comedor no había nadie, me fui asomar a la cocina y me encontré con Neji cocinando. Le llegué por detrás, pasé mis manos de su espalda al abdomen y brinco del susto, reí por su reacción.

—Me sorprendiste —recargue mi cabeza en su espalda.

—Lo se, te sobresaltaste —sentí como una de sus manos se entrelazan con la mía. —¿Por que no me despertaste?

—Te veías muy bonita durmiendo, así que preferí que descansarás más.

—Me sorprende que sepas cocinar —cambie de tema

—Lo aprendí de Jury -confesó.

—Cuando eras más joven

—Sigo siendo joven, solo te llevo tres años —reprocho y me reí de él. —como te decía, aprendí cuando vivía en el extranjero

—¿Por que en el extranjero? —pregunté, comencé a servir dos tazas de café

—Me fui un año de intercambio así que tuve que depender de mi. -coloco un plato de lo que preparo frente a mi

—Entonces conoces muchos lugares fuera de Japón —afirme, él me miró pensativo.

—Solo algunos —respondió —¿Cuál es tu historia?

—¿La mía? —me sorprendí —, ya la conoces. Nunca he salido del país, solo me he dedicado a estudiar y a trabajar.

—Entonces, nos iremos de viaje este fin —dijo

—¿En serio? —asintió —¿hablas en serio?

—Totalmente, seré tu guía turístico. —me guiño el ojo.

De la emoción fui a abrazarlo, él me recibió con los brazos abierto. Le di un pequeño beso y ambos reímos abrazados. Al terminar nos fuimos junto, me llevo a la universidad para después irse a su trabajo. Como aún no compro un nuevo celular, no me entere de que suspendieron clases en mi facultad. Al darme cuenta era demasiado tarde para regresar con Neji, revise mi cartera y me di cuenta que no traía efectivo. Lo único que traía disponible era la tarjeta de crédito que Neji me dio y me negué a utilizar, no me quedo de otra que utilizarla para comprarme un celular.

Camine por el centro de Japón con la finalidad de ir a comprar, pero me desvié del camino por recordar la veces que solía hacerlo cuando Temari y yo salíamos a divertirnos. Entre a un montón de tiendas e hice compras innecesarias al final compre todo menos el celular, tome un taxi desde el centro para ir a casa. Jury me recibió al verme bajar del taxi con todas las bolsas que traía conmigo.

Falsa Felicidad NejiTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora