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Durante el camino, encendí mi celular y las notificaciones llegaron. Tenía 3 llamadas perdidas de Neji y 6 de mi madre; revise los mensajes nuevos, uno era de Ino, y 15 de mi madre. Supongo que alguien del personal le llamó para preguntar por mí, sabía que tenía que llamar a mi madre, solté un gran suspiro. El chofer solo me miro por el retrovisor y regreso su vista al camino. Entonces le marque.

Hasta que te dignas en llamar. —la voz de mi madre denotaba enojo

—Hola mamá, ¿Cómo estás? Yo estoy bien —hable sarcásticamente para relajar la tensión pero creo que lo empeore

—No te hagas la chistosa —me recrimino

—Lo siento —me disculpe

¿Lo sientes?—dramatizo —con quien deberías disculparte es con tu esposo.

— ¿De qué hablas? —me confundió

¿Cómo que de que hablo? ¡Qué niña más insensible eduque! —exagero — ¡Tu esposo nos ha llamado ayer preguntando por ti pensando que estabas con nosotros!

— ¿Qué? —se supone que llegaría hoy

Cuando le dijimos que no, él dijo que no habías llegado a casa desde el viernes. Estaba preocupado por ti.

La reacción de mi madre me sorprendió, normalmente no me regaña por algo. El hecho que ella estuviera molesta, me hace pensar que ya ha desarrollado un cariño hacia Neji.

—Me disculpare con él en cuanto llegue —intente tranquilizarla —ahora por favor cálmate

¿Qué me calme? ¿Acaso tienes aun eres una niña?, —mire por la ventana mientras seguía reprendiéndome —para que tienes el maldito celular si no puedes avisar donde andas

—Lo siento, ya te dije me disculpare adecuadamente, ahora tengo que colgar. —me despedí y colgué antes de que me siguiera maldiciendo

Baje del auto y le agradecí al chofer el haber ido a recogerme. Entre a la casa y estaba en completo silencio, como nadie me había recibido pensé en subir a darme un baño a mi habitación, camine por el pasillo para subir a la segunda planta.

—Bienvenida —me sobresalte al escuchar su voz

—Hola —me gire a encararlo

— ¿Dónde estuviste? —me interrogo con su fría expresión en el rostro

—En Nagoya —respondí. El solo se limitó a asentir

—Cuando planees pasar la noche fuera de casa, procura avisar —se cruzó brazos

—Lo hare la próxima vez —volvió asintió. Se hizo un silencio incómodo que me hizo querer largarme de ahí pero hable— ¿Cuándo llegaste?

—Ayer —respondió.

—Pensé que llegarías hoy —establecer una conversación con él me resultaba incómodo.

—Acabe antes de lo previsto —asentí. Él se giró para volver adentrarse a la sala, ignorándome por completo.

Comencé a subir las escaleras para ir a mi habitación. Al llegar lo primero que hice fue dejar mis cosas sobre el sofá y decidí tomar un baño, el agua tibia caída sobre mi cuerpo relajando mis músculos para cuando salí, opte por ponerme un conjunto cómodo. Seque mi cabello con la sacadora, de momento me sentí muy cansada y que me recosté en la cama, hasta quedarme profundamente dormida.

No se cuando tiempo pasó, pero para cuando desperté me sentí adormilada y escuche que tocaban mi puerta pero volví a dormir, mi cuerpo aún estaba resentido por las develadas de los días pasados. Revise la hora y maldije, se me había hecho tarde. Me levante de jalón, me di una ducha rápida, me vestí, tome mis cosas y baje corriendo.

Falsa Felicidad NejiTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora