Sentirse cansado después de más de ocho horas de sueño era lo de siempre para el rubio ──que, por cierto, heredó las hebras amarillentas de su abuela paterna──. Naturalmente de eso se trataba su vida fuera y dentro de Hogwarts y sus alrededores; hacer sus deberes cotidianos, escuchar a Nirvana a máximo volumen ya sea en su tocadiscos o tarareando él mismo las canciones de aquella banda y luego de cenar ──a veces ni siquiera lo hacía── se iba a la cama a un horario muy temprano y dormía más de ocho horas seguidas sin despertar. También tenía un capricho por adoptar gatos sin hogar y cuidar de ellos, el primero que tuvo fue uno de pelaje tan negro como la noche y un día simplemente desapareció. De ahí le siguieron un total de veinte gatos más hasta acabar con el actual: Canopus, era un kneazle que le regaló Acacia luego de regresar para iniciar su segundo año. Deamon estaba maravillado con el animal y el felino también lo estaba con él. Su pelaje era similar al de Hermione Granger pero mucho más brillante y liso que el de ella. Debía admitir que la chica era bonita, un poco pesada, pero no importaba. Él no la odiaba ni tampoco la insultaba por sus orígenes. El chico se prometió nunca llamar de la manera despectiva a ningún nacido de muggles y Hermione no sería la excepción. Le debía cierto respeto, aunque no se llevaran para nada bien.
Ahora mismo, Deamon observó que sus compañeros de los cuales no tenía ni idea de sus nombres, y tampoco quería tenerla, no estaban y cogió su viejo tocadiscos y colocó un vinilo de la banda aleatoriamente y comenzó a sonar Negative Creep del álbum Bleach. Deamon recordó que ese fue su álbum debut en el año 1989, un mes antes de que el chico cumpliera los nueve años.
This is out of our range
This is out of our range and it's crude
This is getting to be
This is getting to be
This is getting to be like drone
I'm a negative creep
I'm a negative creep
I'm a negative creep and I'm stoned!
Sonaba por toda la habitación, el muchacho agradeció a Dios está vez de que ninguno de sus molestos y ruidosos compañeros estuviese ahí arruinando su paz. Aun así, la calma del momento no duraría lo suficiente como para que él pudiese dormir pues súbitamente un muy temeroso Herbert Fleet entró.
── L-lo sie-siento ── tartamudeó presa del miedo, él era uno de los que le temían y Deamon se preguntaba por qué, sí él era tan adorable con sus compañeros de casa. Eso no era sarcasmo, solo era un poco detestable con Zacharias Smith.
── Deja de tartamudear que no muerdo, Fleet ── habló entre dientes. El intruso respiraba agitadamente, estaba a punto de abrir la boca cuando la cerró de golpe colmando la paciencia de Deamon.
── Habla de una maldita vez ── esa no era la primera palabra de ese estilo que utilizaba.
── ¡Te buscan, es de otra casa! ── exclamó con miedo. Deamon puso los ojos en blanco ¿Era en serio? Herbert añadió con más tranquilidad ──: dijo que era muy importante que salieras.
── No sé qué puede ser más importante que escuchar a Nirvana, si te soy sincero ── comentó notando que Negative Creep había acabado y en su lugar sonaba Scoff. El de hebras amarillentas levantó aquel coso, retiró con cuidado el vinilo del tocadiscos y lo guardó prolijamente. Por cierto, Fleet ya se había marchado chillando como un bebé. Aquello le hacía sentir mal a Deamon, no le gustaba que sus compañeros de casa le temieran.
No se sentía para nada bien.
Deamon llevaba una camisa blanca algo desgastada y una chaqueta verde oliva desaliñada y por si eso fuese poco, su pantalón era un pijama anaranjado y no le importaba en lo más mínimo que los demás lo viesen en esa situación. Era alto, más que algunos de sus compañeros que tenían su misma edad.
── Por fin el bello durmiente va a ver a su príncipe ── siseó Zacharias Smith.
── ¿Qué dijiste? ── inquirió Deamon, pero rápidamente añadió ──: no, no voy a perder mi tiempo peleando con una persona repugnante como tú. Que tengas lindo día.
Siguió su camino sin mirar a los pocos estudiantes restantes que no estaban en Hogsmeade y salió de la acogedora sala común. Los pasillos se veían vacíos, fríos y algo oscuros; algo le decía que no era una broma por parte de Herbert, pero ¿Dónde estaba la persona que, según todos, lo buscaba a él? Quizá haya querido apartarse de la entrada para evitar problemas o que fuese descubierto por algún prefecto, Filch o la señora Norris (¡¿ustedes pueden creer que esa gata amaba a Deamon?!)
El chico comenzó a caminar hacia unos pasillos mal iluminados cuando una mano mucho más gélida que la de él tiró de su antebrazo haciendo que se adentrará por uno de los pasillos que lucía realmente sombrío e impactará suavemente con otro cuerpo que, deduciendo su forma y basándose un poco en su fuerza, pertenecía a un chico.
── Voy a matarte.
── Qué tierno ── replicó el chico. Solo era Kang Hajoon ¿Por qué los tontos de sus compañeros no pudieron decirle qué era él? ──: uh, podrías quitarte, esto me incómoda.
── Primero deberías soltarme ¿No crees? ── gruñó para luego proseguir con una voz más ronca de lo habitual en él ──. He de admitir que a mí no me molesta tanto, pero no quiero que alguien me vea de esta forma contigo.
Y se apartó súbitamente del contrario quedando frente a él. Su expresión era aún más seria que de costumbre, pero Hajoon reparó en su pantalón. ¿De gatitos anaranjados?
── ¿Qué tanto me miras? ¿Nunca habías visto a un chico con un pijama de gatitos? ── cuestionó ──, ya dime qué quieres, estaba a punto de irme a dormir.
── ¿A las cinco de la tarde y sin cenar?
── Ese no es tu problema. Preocúpate de tus propios asuntos ── dijo hostil.
A Kang Hajoon no le resultaba irritante, le agradaba mucho su presencia, pero se decía que prefería mil veces que hubiese sido Acacia Black la que lo haya interrumpido en su preparación para dormir, no se habría molestado tanto, pero era el chico que le gustaba y no debía saber que gustaba de él.
── Bien, tienes razón. Bueno ya te estarás irritando y lo siento Deamon, pero quería aclarar algo. Sé que Acacia dijo que yo gusto de ti, pero no es así ── eso fue como un balde agua fría para Deamon, sí, no quería admitir lo evidente para todos porque en cualquier momento perdería el control de sí mismo.
── Ah, eso ── murmuró con un tono arisco ──: bien, también tenía la leve sospecha de que no era posible que tú estuvieses interesado en mí, tal vez lo de los primeros días fue por lo del dementor. Ya sabes.
Su voz era un poco más temblorosa y menos hostil que antes. Hajoon logró percibir aquello y se acercó un poco a él, quien seguía apegado a la otra pared.
── ¿En verdad piensas que no puedo estar interesado en ti? ¡Bien! Te mentí ── se rindió, qué fácil ──. Sí me gustas, lo admito ¿Estás feliz?
── No, realmente no lo estoy ── había vuelto su tono monótono ──. No me gustas, ya supéralo.
No supo en qué momento el chico lo agarró de la muñeca, no pudo deducir que lo haría.
── ¿Cómo superas a alguien que te gusta desde segundo año?
── No lo sé, nunca me ha gustado nadie, ni desde que tengo memoria ni ahora ── repuso cuando pudo hablar ──: ahora, por favor deja de humillarte y suéltame. Tengo frío y sueño, quiero irme Kang.
── ¿En serio no te importa lo que siento?
── Es que no me importas tú ── chilló dándole un pequeño empujón ──. Deja de perder tu dignidad.
── ¿Cómo pierdes algo que no tienes? ¡Todo lo que quedaba de ella la perdí por ti!
Deamon se mantuvo en silencio, creyendo que estaba exagerando y simplemente se propuso marcharse a su sala común pensando erróneamente que hacía lo correcto, pero el contrario volvió a hablar, está vez más firme y seguro de sí mismo.
── Te quiero.
Pero Deamon no se detuvo hasta llegar a su sala común.