La noticia de que su madre estaba embarazada fue abrumadora, todo había sido muy rápido, él ni siquiera había notado cambios en Alina ¿Qué es lo que le estaba pasando? ¿La droga de verdad lo estaba destruyendo? A menudo suelen decir que un cigarrillo realmente no se consume, sino que es él quien nos termina consumiendo a nosotros mucho más rápido de lo que creemos. Volver a Hogwarts después de dos días y dos noches durmiendo en la recepción de San Mungo había sido aliviador, dormir en la cama de su sala común era lo único que quería, pero todos esos planes se derrumbaron cuando vio a Fleur Delacour, una de las campeonas del torneo de los tres magos.
Era bellísima ¿Cómo pretendían que él no cayera rendido ante ella? Aunque estaba confundido, no sabía si era por los efectos secundarios de no haber consumido nada desde que Christopher le suplicó que dejara el cigarro, la falta de sueño, el hambre que sentía o hasta sus sentimientos no aclarados por Kang Hajoon. Tenía tantas cosas en las qué pensar.
── Tú debes de ser Deamon ── el rubio se sobresaltó al oírla, su inglés era malo, no podía mentir. La muchacha que tenía delante era Fleur Delacour, quien lo miraba con lástima ── ¿Cómo está tu madre?
De todas las personas que lo conocían, a excepción de sus primos y Acacia, ella había sido la primera en preguntarle por Alina, aunque estaba seguro de que, si hubiese visto primero a Hajoon, el asiático se hubiera lanzado a bombardearlo con preguntas. Hajoon adoraba a Alina, pero más lo adoraba a él.
Era patético, sentía que la historia se repetía de nuevo. Un Hills drogadicto y alguien queriendo ayudarlo, pero no quería que ocurriera lo mismo que con sus padres, Kang Hajoon no podía ser su centro de rehabilitación. No era correcto, tampoco era lo más sano, solo había que ver a sus padres.
Devon y Alina podían amarse, pero ambos estaban dañados desde que se conocieron.
── Uhm, sí, está mejor ahora, de hecho, ella no estaba enferma.
── ¿No? ── dijo confundida.
── Está embarazada.
── ¡Oh mon Dieu! ── exclamó la mayor ── ¡Felicidades! Espero tu hermanito o hermanita nazca saludable.
Aquello le hizo sonreír, ella era agradable, quizás por eso estaba comenzando a sentir que Fleur le gustaba, aunque tal vez no era eso. Estaba bastante confundido, ya no sabía ni qué estaba pensando o sintiendo.
── Gracias, aunque puede que sean gemelos.
── Vaya, felicidades a la profesora Alina ── murmuró alguien más a sus espaldas. Deamon se volteó, encontrándose con la persona a quien quería ver desde que llegó.
Kang Hajoon no parecía querer verlo a él.
Fleur notó que ella sobraba ahí, por lo que se despidió apresuradamente y se marchó, dejándolos solos; Deamon no se volteó a verla como Hajoon pensó que haría, al contrario, lo miró a él y le sonrió tímidamente, cosa que lo descolocó ¿No estaba con Fleur Delacour hace un momento? Sonriéndole cuando a duras penas y reía con Acacia.
── ¿Hajoon? ¿Estás bien?
¿En verdad se lo preguntaba? ¿Lo hacía por preocupación genuina o simplemente por compromiso? No quería averiguar la respuesta, así que comenzó a caminar.
── ¡Hey! Kang, estoy tratando de ser amable, he estado deseando regresar a Hogwarts solo para poder hablarte, sé cuánto quieres a mi madre y mi intención era contártelo primero, pero...
── Pero Delacour te habló primero y se lo dijiste, bueno, es que es demasiado linda como para negarse ¿No es así? Ni siquiera sé si estás sobrio como para creerte.
Eso había dolido, incluso Hannah Abbott que lo había delatado en un principio se alegró al verlo completamente lúcido, pero Kang Hajoon que decía gustar de él, incluso amarlo, no era capaz de notar la diferencia de cuando estaba drogado o cuando no lo estaba.
── No es eso, ella solo quería saber de mi madre amablemente, no estaba en mis planes decírselo primero ── estaba comenzando a irritarse, debía buscar algún cigarro o un poco de cannabis si no quería perder los nervios a mitad de jornada.
Había aguantado muchos días estando sobrio.
── Bien, si no son las drogas...
── ¡Llevo dos malditos días sin consumir una sola sustancia! ── bramó, enfurecido, aunque trató de suavizar su tono y su semblante. El pasillo estaba desértico, solo ellos dos en una esquina como hace un año, pero con intenciones diferentes ──. No sé qué mierda te pasa, pero si tanto dices que me quieres, podrías aprender a notar cuando estoy siendo el Deamon que conociste a principios del primer año y el Deamon a mediados del tercero, estaba en mi peor momento y llegaste con una estúpida declaración ¿No? Entonces si tanto estás celoso, preocúpate que hasta Abbott se haya dado cuenta de mi lucidez, pero tú no.
── Deamon...
── ¿Qué? ¿Esperabas que después de cuestionar mi estado iba a darte un abrazo, darte las buenas nuevas y decirte que te amo, incluso estando drogado? Parece que prefieres que lo esté, digo, con alguna droga alucinógena cualquiera podría ir decirte que te ama cuando no es así ── no sabía si estaba rompiendo el corazón de Hajoon o el suyo propio ──. No sé ni por qué mierda te gusto, no te convengo.
── Sí, supongo que tienes razón, debería odiarte en vez de que me gustes. Estaba tan convencido de que me corresponderías, pero supongo que todavía era un niño.
Pero, ambos seguían siéndolo, daba igual quién había madurado antes.
── ¿En serio mantenías un poco de esperanza? ── ¿Había sido por la presentación en donde colocó su nombre estando medio dormido? ¿O había sido ese estúpido beso en el tren? ──. No te mientas más, Hajoon. Si te quisiera, te habría elegido por encima de cualquier cosa.
── Deamon...
Pero ya se había dado la vuelta.
