30 Razones Para Amarte

Capítulo 17: Lunes sin fin

-Señorita le digo que no puedo ir a la sucursal, necesito que me solucione este problema por favor. – cierro la puerta del auto con mi pierna.

-Señora Paula, ingresé su solicitud y en un plazo de 2 días hábiles verá el saldo en su tarjeta.

-Ok, gracias

Bueno así empezaba mi día, no podía hacerlo mejor que discutiendo con la ejecutiva del banco por una compra que no alcancé a concretar, pero que igualmente me cobraron. Espero honestamente que el resto de mi lunes esté tranquilo porque si no se me va a hacer agotador y tengo una cachorra en un departamento con mucha energía que me espera para jugar.

La verdad es que no soy de tener muchas experiencias con animales puesto que a mi madre le molestaba de sobre manera la solo idea de tener uno. Recuerdo que siempre le pedíamos uno para navidad, pero nunca llegó hasta que nos dimos cuenta de que jamás iba a pasar. Así que el tener en mi vida a Aguacate sin duda es una nueva experiencia y como todo reto, busqué  en el internet toda clase de juguetes para una cachorra de meses. Además, pedí por una aplicación todo lo necesario para sacarla a pasear, creo que nos vendría bien hacer una rutina diaria donde ella pueda correr y yo pueda desconectarme un rato del estrés de mi vida, ahora más que nunca que todo es tan confuso a mi alrededor. No sé que sentir y prácticamente estoy en una nebulosa de la que no puedo salir.

Siempre me han inculcado que lo normal, lo que debe ser, es lo que dicta la religión. Una mujer debe estar con un varón. Aunque pensándolo bien, prácticamente esa mujer debe de servirle al hombre. Bueno eso es lo que siempre me trató de inculcar mi madre. Ya recuerdo yo, cuando en vez de prestarle atención y ayudarle a servir a mis hermanos yo me arrancaba y me iba a la casa del árbol, mi escondite secreto, a resolver mis ejercicios de matemática. Mi padre, nunca intervino en la crianza que nos dio nuestra madre, solo una vez,  en una discusión con mi madre porque le conté que quería hacer una carrera en la universidad. Para ella yo debía estar ya buscando un marido, que prácticamente, según ella, se me iba a ir el tren.

-Querida déjala, es su vida- Las únicas palabras que mencionó y casi le cuesta el matrimonio porque para mi mamá es blanco o negro, estabas de su parte o en su contra. A pesar de ese panorama, para mi madre la posibilidad de un divorcio no estaba en sus planes, "pero qué pensará Dios". Efectivamente es capaz de aparentar que es parte de una familia feliz al frente a sus amigas de la iglesia. En esos momentos no le veía lo prehistórico a su discurso, pero ahora soy una contradicción hecha persona después de lo que pasó con Valentina en mi departamento y que critica todo lo que pasa a su alrededor.

Estaba caminando por el estacionamiento con mis pensamientos contradictorios cuando veo un cuerpo familiar, de la misma persona por la que prácticamente no pude dormir anoche, con un bolso deportivo, mirando el móvil. Ante esto último, no pude evitar fruncir el entrecejo.

Bueno por lo menos ahora sé que la falta de mensajes no era por que su móvil no funcionase. Y sí, esperé un mensaje suyo durante la tarde noche. No sé que pensará ella de todo esto, quizás se quitó las ganas y listo, dio vuelta la página. No pude evitar sentir un retorcijón en mi estómago por ese pensamiento. Quizás yo debería hacer lo mismo y así me evitaba muchos dramas en mi vida.

Bueno para ser justos yo tampoco le mandé un mensaje, pero mis razones eran porque ayer se fue porque tenía que ensayar una presentación y hoy no le quise mandar pensando que a lo mejor ella estuviese durmiendo o algo así.

A lo mejor quizás solo fue cosa del fin de semana, ya que, ninguna prometimos volver hablar o juntarnos, implícitamente quizás eso también signifique algo. Con tan solo pensar en esa posibilidad nuevamente se me revolvía el estómago.

Definitivamente, mis dudas se repetían y giraban al mismo tema. El que no haya significado nada para ella ¿Por qué estoy tan obsesionada con ello?