El sol pegaba fuerte este día, llegando ser molesto. Aún así, eso no impidió que la gente empezara a llenar el estadio, si bien no era tan gran como el de nuestra universidad algo se le asemejaba. Un mar de personas hacía su entrada triunfal por la puerta principal del estadio, las camisetas burdeos y las de nuestro equipo se mezclaban entre la multitud, empezando así la fiesta del fútbol como dicen la voz por los parlantes.
Entre ellos una chica, con un look bastante casual, unos jeans y una polera pegada a su cuerpo que hacía notar su esculpida figura. El corazón me empezó a latir muy rápido, sabía que era ella la podía reconocer a lo lejos, aunque estuviera con gafas de sol oscuras, mi instinto no puede estar tan equivocado.
Daniela buscaba en todas las direcciones posible a Valentina, le había mandado un WhatsApp avisándole que ella estaba por llegar. Ella en su insaciable búsqueda no se daba por enterada que la chica que venía con jockey negro era la misma que tanto esperaba.
-Hola chicas, perdón por la tardanza- dice una sonriente Valentina y nos da un beso en la mejilla a cada una.
Cuando se acercó a mí, nuevamente su olor inundó mis fosas nasales. Sentí una cosa en el estómago, me agradaba su aroma. Definitivamente Le debo preguntar por el nombre de su perfume, de hoy no pasa.
-Pensé que ibas a venir con tu camiseta y veo que vienes de personaje incógnito, ninguna de las dos nos dimos cuenta de que eras tú.
Oh que equivocada estás amiga
-Es que quiero ver el partido tranquila- se rasca la cabeza
Es que claro, ser Valentina Díaz implica que te estén pidiendo constantemente fotos y autógrafos. Bueno por lo que he visto en nuestra universidad, y por lo poco que he escuchado en el poco rato que llevamos en este estadio.
-Esos son los gajes del oficio, eres muy buena en lo que haces querida amiga-
-No hace falta que me tires tantas flores, aquí tengo lo que me pediste- le entrega unas entradas.
-Gracias eres la mejor del mundo- la abraza
-Hey, eso me dijiste a mi en la mañana, cuando te serví el desayuno- le pegué en el brazo.
-Lo siento Paula, es que Valentina me acaba de conseguir unas entradas para el partido del Madrid contra Barcelona, estaban agotadas y ella me las ha conseguido.
Definitivamente no le conocía este lado tan futbolero a Daniela ¿será que siempre lo ha sido y no le había tomado tanta atención? Bueno ahora me la paso en estadios, ironías de la vida.
Pude notar la mirada de Valentina en mí, sentía que me quemaba la piel.
-Chicas no es por cortarles el momento, pero ya estoy sintiendo como el sol está causando estragos.- Les digo
-Claro vamos, hoy tengo estas entradas no sé en qué lugar estarán, pero déjenme y le pregunto a aquel guardia.
Acabamos sentadas con hinchas de la universidad del sur, yo entre medio de las dos, ya que, Daniela quería estar en la orilla por si le daban ganas de ir al baño.
Solamente pido que Dani se logre contener de no gritar a favor del equipo de las chicas, sinceramente no me interesaba morir linchada por un grupo de fanáticos.
El partido estaba por empezar y los gritos de ambas hinchas se hacían presente.
-Si te digo tío, que Valentina ni si quiera fue citada. El partido de hoy está para ganarlo fácilmente
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30 Razones Para Amarte
RomancePaula, es profesora de una de las universidades más importantes de España, tiene una vida tranquila sin mayores inconvenientes más que el estrés de trabajar con jóvenes que muchas veces no sabían lo que quería. Le encanta la vida saludable, es aman...
