Capítulo 8.1

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"¡Sorpresa, sorpresa, alguien te espera!"

Jihoon observó el papel cuidadosamente colocado sobre su pupitre, miró alrededor buscando al dueño pero no encontró a nadie lo suficientemente valiente o estúpido como para acercarse a él. Bien, había sido una semana interesante, nadie quería acercársele demasiado y habían comenzado a decir que era una especia de monstruo cruel y que había sido criado por criminales, nada del otro mundo, pero todo se volvió raro cuando esos rumores comenzaron a desaparecer de la nada y cambiaron por un "realmente no pasó nada" o "en realidad jamás tocó el bate" Así que la reputación de Jihoon se había autolimpiado de alguna manera.

—¿es una carta de amor, jefe?— preguntó Wonwoo apareciendo detrás suyo, le mostró la pequeña nota restándole importancia. —Uy, Jeonghan se pondrá celoso, le diré que es de un admirador secreto.

Jihoon suspiró. La última semana había sido un dolor de cabeza, con Jun metido en el templo este no les hablaba mucho, solo se dedicaba a leer el libro que le había llevado a Minghao y había desarrollado un especial gusto por el papel tapiz, mientras que Minghao intentaba recuperarse de lo que sea que estuviera aquejándolo. Jihoon prefirió darles espacio, le debía una disculpa a Jun y no encontraba un momento para hablar directamente con él, no bastaba con decir "perdona por ser una mierda contigo" Realmente tenía que agradecerle todo lo que hacía por ellos. Arriesgar su propia vida de esa manera era algo que no podía olvidar fácilmente. Mingyu también estaba metido de vez en cuando en el templo, y Wonwoo no había dejado ir a Jeongkwan, la pequeña bebé siempre estaba en sus brazos y durante las clases estaba en los brazos del Mayor o Mingyu, era un poco estresante estar pensando en ella porque no podía mantenerla a salvo por siempre.

También estaba el falso Jisoo que seguía rondándolos, a veces solo los saludaba y se iba, otras veces atormentaba a Jeonghan hablando de viejos tiempos que parecían no recordar. Jeonghan seguía diciendo que él no era Jisoo, pero también decía que no tenía idea alguna de quién demonios era Jisoo en realidad, y Jihoon había dejado de preguntarle despues de ver como su cuerpo temblaba.

Seungkwan era lo más extraño, estaba bien, se comportaba como siempre a pesar de no poder respirar gracias a las vendas pero se mantenía positivo y siempre arrastraba a Dino con él. E insistía estar cerca de la consejera, sin importar la hora Seungkwan siempre la mantenía frente suyo y pedía verla en su oficina. Nadie sabía que estaban tramando.

Ah, despues estaba el tema de su castigo, limpiar los baños todos los días por dos horas. Era lo mejor, Jihoon prefería limpiar baños que pensar en ese problema que crecía en su mente. No quería recordar nada de aquel suceso, y quizás por eso no se atrevía a hablar de ello con los chicos. Jeonghan se lo preguntó una noche.

"¿realmente estas bien?" Su voz sonaba tan suave que Jihoon solo pudo bajar la mirada. Detestaba sentirse diminuto, como si no pudiera hacer nada. "Woozi..." Esa noche Jeonghan tan solo no volvió a preguntar.

—Tu novio tiene un admirador secreto.— Dijo Wonwoo acercándose a Jeonghan a brincos con la nota en la mano, Jeonghan tomó el pequeño recuadro y lo leyó. —Creo que te va a dejar.

—Es la letra de la consejera.— Dijo Seungkwan saliendo detrás de Jeonghan, cuando menos lo esperó ya estaban en el pasillo junto a las habitaciones. —Minghao también tiene una nota así.

Las miraras fueron a Minghao quien levantó la nota, era exactamente la misma. Entonces todos suspiraron. Otra maldita actividad de la consejera, despues de haberse mantenido tan callada ella tenía que aparecer.

—¿Por qué no solo la ignoramos?— preguntó Minghao mirando la nota.—Tal vez si lo hacemos ella desaparezca.

—¡Eso fue muy cruel!— Casi gritó la consejera saliendo desde detrás. —Minghao, yo solo intento alejarlos de las tediosas clases con actividades recreativas.

El omega real [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora