Capítulo 9.1

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Si antes se sentían vigilados ahora tenían claro que los ojos de la consejera estaban siempre frente a ellos, era un dolor de cabeza, porque con la llegada de los primeros exámenes y aquella mujer que no los perdía de vista no tenían tiempo para escabullirse hacia el templo, y los demás alumnos estaban en la misma situación, ninguno podía mover un dedo sin que los profesores se comenzaran a cuestionar el porqué. Clases extras, tareas excesivas, proyectos insufribles, la escuela Pledis comenzaba a ser realmente una escuela, una endemoniada.

—Tenemos que hablar.— Dijo Seungkwan a los cuatro cuando se dirigían a su siguiente clase, el único momento que habían encontrado para dirigirse la palabra. —Jun no abrirá esa puerta hasta que todos estemos presentes.

—No puedo, tengo un proyecto sin terminar.— Dijo Wonwoo en automático.

—No la abrirá si Woozi no está presente.— Aclaró Minghao. —Quiere demostrarte que no hay ninguna trampa o secreto.

—¿Por qué solo a mi?— Preguntó Jihoon sin mirar a otro lado, su vista siempre puesta en el largo pasillo.

—Porque eres el jefe.— Bostezó Wonwoo comenzando a despertar apagando el servicio automático que manejaba todas las mañanas. —Nosotros confiamos en Jun.

Woozi no respondió. No poder moverse sin que los ojos de la consejera los persiguieran era estresante, ella sabía demasiadas cosas que no tendría que saber y los ponía incomodos, como si cada paso le revelara algo nuevo. Jihoon había podido mantener su mente centrada en una sola cosa: ¿Cómo carajos la consejera sabía tanto sobre ellos? No solo sabía sobre Mingyu y Jisoo, sabía sobre su extraña relación con Jeonghan.

Ah, y ella sabía que no había cuerpo en el caso de Jun, por lo que la escuela Pledis debía estar consciente de que él no estaba muerto.

—Confío en Jun.— Dijo cuando estaban acercándose al aula. —Y confiaré lo que él crea conveniente respecto a esa puerta. Si ustedes están de acuerdo.

—¿Realmente confías en él?— Preguntó Minghao colocándose a su lado. —Si algo sucede...

—Confío en él.— Aclaró. —Y aun si no lo hiciera es suficiente que ustedes confíen en él, no necesitan mi autorización para nada.

No dio tiempo de réplicas, tan pronto entró en el salón se quedó en silencio y fue a arrinconarse a su lugar. En realidad no era el jefe de nadie, así que no podía poner quejas o decirles que hacer sin que ellos quieran. Woozi confiaba por completo en ellos y nada podía agrietar su confianza. Sin embargo no comprendía como la consejera sabía tanto de ellos.

Golpeó su frente contra el pupitre y se quedó allí. Los padres de Wonwoo pudieron haber comentado algo sobre Mingyu, o incluso su hermano, así que eso tenía sentido. Lo de Minghao tenía sentido, y lo de Seungkwan era evidentemente claro que ella era una especie de amiga para aquella mujer. Pero lo de Jeonghan... ¿ella investigó al respecto? No pudo preguntarles a los padres o a su hermano, esa no era información que compartían tan fácilmente, Seungcheol se lo dijo cuándo lo mencionó. Bien, ella pudo haber hecho algo para enterarse, pero... su relación con Jeonghan ¿Cómo estaba tan segura? Aún si ella sospechara no podría estar cien por ciento segura, y aquella mujer no daba un paso en falso, ella no se equivocaría así.

Confiaba en los chicos. Estaban descartados, y confiaba en Jun y Mingyu, ella no hablaba con los Menores y aun así dudaba de que ellos pudieran saber tanto. Confiaba en el Mayor quien tampoco estaba al tanto de todo. Confiaba en la mayoría ¿Por qué estaba tan indeciso?

—Joven Lee, levante el rostro. La clase ya empezó.— Alzó la mirada con tranquilidad encontrándose con el profesor. —Bien, comencemos. La próxima semana serán sus exámenes, si no aprueban saben que tendrán clases extra, pero les ayudaré un poco, serán cuarenta reactivos...

El omega real [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora