El omega real [Seventeen]

Capítulo 1

La ceremonia fue mucho más aburrida que el año anterior, Wonwoo apenas pudo mantenerse despierto mientras miraba a BoHyuk intentar no dormirse y a su padre tan serio como todos los días, aunque parecía más feliz ahora, como si estuviera anticipando algo de lo que su familia no tenía conocimiento. Wonwoo suspiró, había sido un pequeño inferno volver a su casa, su familia no dejaba de decir que su prometido había sido un cobarde y que al final huyó por el mal comportamiento del omega, porque claro, era culpa de Wonwoo... Bien, si era su culpa, pero no de la forma en la que ellos pensaban.

Su prometido yacía en alguna parte del bosque bajo dos metros de tierra pudriéndose lentamente y siendo comido por gusanos, Wonwoo descubrió en dos meses que no tenía por qué sentirse mal por el alfa, apostaba que si no hubiera sido él quien estuviera bajo tierra hubiera sido su cachorra, tan pequeña y frágil como ella era, por lo que la culpa lo había dejado un poco. Aún tenía pesadillas por las noches, aun soñaba con el cadáver tibio del alfa y como este lo miraba desde el suelo, sin embargo, cuando despertaba se encontraba en una realidad más cruda; él estaba lejos de su hija, en una escuela que vendía bebés.

En ese momento pensó en Mingyu, pensó en las veces que había allanando el departamento de su alfa para buscar alguna pista de la familia de este, algo que le dijeran de donde vino o porque estaba ahí, y no encontró nada, tan solo un par de facturas de restaurantes y recibos viejos que nada tenían que ver. ¿Entonces de donde venía su alfa? ¿Cómo apareció de la noche en la mañana en el edificio? ¿y porque parecía esconder cualquier atisbo de su pasado? Ni siquiera encontró fotos. Mientras más lo pensaba peor se sentía de desconfiar de él. Wonwoo estaba traicionando la confianza de su pareja.

Cuando se dio cuenta su madre ya estaba abrazándolo para despedirse. Ella se había suavizado un poco con él, como si quisiera demostrarle algo de afecto, pero ella... si bien ella no era nefasta y era una madre que cuidaba de sus hijos no era muy dada a dar amor y palabras de alivio o ánimo, de hecho todo el tiempo parecía intocable, como si nadie pudiera apartarla de un rostro frio e indiferente sin llegar a ser cruel, aun recordaba las veces en las que los amigos de su hermano le temían solo por mirarla desde lejos.

—Wonwoo— Ella le habló acomodándole el cabello. —No sé qué te hizo esta escuela, pero te ves mucho mejor que antes.

—¿Mejor?

"Ah, mamá, la escuela vende bebés, y también tengo una hija, y maté a mi prometido, y estoy con Mingyu, y ya tengo amigos, y Seungkwan es un amigo muy adorable" olvidó decirle así que solo sonrió.

—Si.— Ella le devolvió la sonrisa. —Me recuerdas un poco a tu padre, cuando llegaste a nuestras vidas teníamos un departamento pequeño y él trabajaba día y noche para conseguir algo mejor, y todos los días llegaba emocionado porque te vería y jugaría contigo.— Ella soltó una pequeña risa. —No lo recuerdas porque eras muy pequeño, pero tu padre adoraba alzarte en sus brazos y hacer caras tontas.

Wonwoo exhaló una risa contagiado por su madre, ella se veía feliz recordando eso, y aunque para Wonwoo era difícil visualizar que su padre en algún momento de su vida hubiera sido feliz al menos le alegraba un poco que su madre pudiera recordarlo. Miró de reojo al alfa encontrándose con la mirada fría mientras le hablaba a BoHyuk, incapaz de relajar su perpetuo ceño fruncido o sus fuertes facciones. Era imposible que aquel hombre sintiera algo de apego a sus hijos alguna vez.

—¿y cuando cambió?— preguntó sin pensarlo y tampoco esperó que la respuesta llegara.

—Tu padre invirtió mucho dinero en un proyecto.— Respondió ella un poco desanimada. —y fracasó. No pudimos levantarnos despues de eso... Wonwoo, tú padre intentó darles una buena vida, pero a menos de que no seas ellos.— La mujer apuntó a los demás alumnos que se despedían de sus ricos padres. —No tendrás nada. Eres un omega, eres apuesto, y tienes esta oportunidad de estudiar en una prestigiosa escuela, tienes más probabilidades de tener una vida decente.