Capítulo 16. Cuarto Menguante (Parte 1)

2.7K 583 346
                                    

—¿Qué haremos con el omega real?— Preguntó Jeonghan cuando todos estaban reunidos en el templo. Minghao lo miró. —Con la información que tiene esa habitación y la que hemos recaudado junto a Jun es más que obvio que está pasando algo en la escuela Pledis.

—Ese no es el problema.— Suspiró Woozi con tranquilidad. —No deberíamos ignorar la carta.

—Yo no confiaría en nadie que firmara como el omega real. — Bostezó Wonwoo.

—No podía poner su nombre, era peligroso.— Aclaró Seungkwan.

Minghao tan solo los observaba en silencio, su mente estaba en otra cosa mientras intentaba seguir la conversación. Era claro que el problema no era la información recaudada, el problema era el riesgo que corrían al investigar la escuela. Si intentaron matar a Jun ¿Qué les esperaba a ellos? ¿Qué le esperaba a Jeonghan como el omega perfecto? ¿o a él? ¿Qué les esperaba a ellos?. Dio un largo suspiro llevando su mano al rostro y se giró para salir del cuarto.

Escuchó la voz de Woozi decir algo pero no lo comprendió, tan solo se alejó por el pasillo con su cabeza comenzando a doler. La última vez que había tenido un dolor de cabeza así fue cuando pasó horas ensayando su actuación para una estúpida película que no valía la pena. De cualquier manera pusieron comentarios en internet acerca de su mal desempeño y de cómo se veía mal que un omega "sin gracia" buscara cualquier cosa para salir en la televisión.

En esos momentos solo quería irse a la cama y dormir por horas, dormir hasta que su espalda pidiera movimiento. Ahora que su vida dependía de lo que pudiera pasar se sentía mucho más estresado que cuando su agenda estaba repleta de trabajo.

—¡No pises ahí!— la voz de Jun lo detuvo en cierto pasillo. —Está mojado.

Jun había estado limpiando el templo, cada rincón y cada mota de polvo, como si eso fuera lo único que le importara. Y Minghao no lo entendía porque Jun no solía hacerlo en su departamento, de hecho, muchas veces pagó a una persona solo para que fuera a limpiar. Saltó la pequeña zona y llegó hasta el beta.

—¿Qué haces?— Le preguntó.

—¡Limpio!— Respondió Jun con entusiasmo. —Joshua cree que el templo está demasiado sucio como para ser considerado un templo, así que le estoy demostrando que puede estar limpio.

—No creo que Joshua se refiera a ese tipo de suciedad.— Dijo Minghao inclinándose un poco. —Creo...

Jun lo miró con una gran sonrisa que le dijo todo. Jun lo sabía, y a pesar de saberlo no iba a detener su limpieza. ¿pero porque?

—¿sabes? Hay muchos relatos interesantes sobre la luna.— Dijo Jun ofreciéndole un pedazo de tela para que ayudara a limpiar las paredes. Minghao dudó, pero cuando pasaron segundos decidió tomarlo y empezar. ¿Qué más hacer? —No son como los relatos de la manada. ¿recuerdas a la manada?

Minghao asintió. La manada era un conjunto de personas que creían en ciertos conceptos y reglas de los lobos, la familia de Jun había formado parte de una manada en concreto, la de los lobos grises. Y aunque Minghao nunca estuvo interesado en ello sí asistió a un par de ceremonias que eran preciosas. Jun había participado en algunas, y Minghao amaba verlo con la ropa tradicional y el cabello largo.

—La recuerdo.— Respondió.

—En la manada hay un dicho sobre la limpieza.— Dijo Jun. —Si algo está sucio es porque quieres que este sucio. ¡Todo se puede limpiar!

Minghao sonrió un poco ante la voz alegre de jun. Quizás no lo entendía, pero si para Jun era importante entonces no le quedaba de otra más que ayudar.

El omega real [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora