Capítulo 24.3

2.9K 580 1K
                                    

—¡Wonwoo!— La voz de Mingyu se abrió paso entre los árboles, Wonwoo alzó el rostro apartándose de Minghao y se levantó con pequeñas caídas. Casi gateó en dirección a él. —¡Wonwoo!

Alzó la mano intentando sostenerse para poder caminar, sus piernas aun estaban débiles y sus ojos apenas podían ver, todo porque sus lentes estaban rotos ¿en que momento pasó? No se había dado cuenta de ello porque había estado ocupando llorando por la alfa. Y despues se ocupó besando a Minghao en cualquier lado que no lo hiciera ver como un infiel ante su Mingyu. De cualquier manera intentó llamarlo, pero ninguna palabra salió de él.

¿Dónde había dejado a Jeongkwan? Si se dirigían al templo entonces debían apresurarse para esconderla.

—¡Hao!— Escuchó a Jun y se sintió verdaderamente preocupado. No había otra persona a la que Wonwoo le confiara a su bebé. Iba a matar a esos dos. —¡Hannie!

—¡¿Por qué llamas a Jeonghan también?!— Gritó Minghao con la cara al suelo, al parecer aun afectado por lo que sea que estuviera en su organismo.

—¡Lo siento! ¡HaoHao! ¡No Jeonghan, solo Hao!— Corrigió Jun apareciendo de entre los arbustos. Se veía agitado. —¡Won...Hao! ¡Solo Hao!

Jun corrió hacia Minghao para sostenerlo, y segundos despues vio a un borroso Mingyu. Por un segundo olvidó cualquier cosa y solo se limitó a lanzarse sobre su alfa, no esperó ser recibido, pero cuando Mingyu lo tomó en brazos por un segundo todo estuvo bien. Aun quería llorar, por alguna razón sus ojos no se sentían satisfechos y querían seguir derramando agua, recordando una y otra vez a HyeJin.

—¡¿Dónde está mi cachorra?!— Preguntó Wonwoo con la voz más rota de lo que imaginó.

—¡Wonwoo!— Mingyu soltó un sollozo y realmente consiguió asustarlo ¿le había pasado algo? Intentó apartarse. —¡Ella está bien! ¡Te lo prometo, está bien! Solo... Solo no me gusta escucharte llorar, me duele mucho.

Oh. Alfa idiota. Por alguna razón eso lo hizo sollozar con fuerza al punto que podría ser vergonzoso. ¿Por qué de todas las personas Mingyu era tan perfecto para él? Incluso si no lo fuera, lo era, y no tenía que tener sentido. Simplemente le gustaba, lo hacía feliz, y lo hacía querer criar a su cachorra en una casa con un perro y una cerca blanca. Tan patético y simple, quizás el sueño que Seungkwan tendría. Sentirse satisfecho era realmente vergonzoso.

—Kwannie... Kwannie... ¿estás bien?— Murmuró Jun, aunque hasta Wonwoo fue capaz de escucharlo. Minghao parecía un poco celoso al respecto, abrazaba al beta como si se fuera a ir. —Venimos porque el Mayor nos dijo que necesitaban ayuda.

—¿el mayor?— Preguntó Seungkwan limpiándose el rostro. Él aun sostenía las flores. —¿Cómo lo sabe?

—Yo se lo dije.— Esa voz los hizo alzar la cabeza a todos, incluso a Woozi y a Jeonghan quienes se acurrucaban en silencio para respirar. Wonwoo intentó decir algo, pero la sorpresa se lo impidió. Era... ¿en serio? ¿él? Bien, un poco de esperarse, pero aun así sorprendente.

Era realmente sorprendente.

Si...Wonwoo decidió abrazar a Mingyu un poco más ocultando su rostro, escapando de cualquier cosa que lo hiciera pensar. Aun estaba colapsando. Minghao apenas reaccionaba, HyeJin había... Jeonghan sufrió una especie de transe y Seungkwan olía solo un poco diferente. Nada estaba en orden. No necesitaba más problemas.

—¿Lo sabías?— Preguntó Jeonghan y el tipo respiró profundo llevándose una mano al pecho.

—Debo explicárselos. Pero no aquí.— Respondió él. —En el templo...

—Park está esperándonos en el templo.— Interrumpió Woozi intentando ponerse de pie.

—No es el único que los espera allí. Créanme, están seguros en ese lugar.

El omega real [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora