No es el sol que se cuela por la ventana, ni el despertador, lo que me despierta sino un sincero y cálido beso en la mejilla. Muevo mis ojos cerrados antes de darle la bienvenida a un nuevo día, y cuando me encuentro con las fuerzas necesarias, miro a mi alrededor. Luca está sentado en la cama con una preciosa sonrisa.
—Buenos días, dormilona.
—¿No puedo quedarme en la cama todo el día?
—Me temo que no. Hoy toca día en la playa. Lo sé, es horrible salir y tener que relacionarse con la gente.
Río por su broma.
—¿Qué es todo esto? — pregunto al incorporarme y ver a un lado de la cama, una bandeja marrón con un par de tostadas con queso fresco y nueces por encima, un zumo de naranja, un pequeño plato con fresas y azúcar, y un ramo de flores silvestres a un lado.
—Tu desayuno. Eres una reina y las reinas merecen un desayuno en la cama.
—¿Por qué no comes tú también?
—He desayunado un poco antes. Se podría decir que me he escapado un momento de la cocina para venir a darte los buenos días. Jennifer y yo estamos preparando un tentempié para llevar— bendice mi frente con un beso y se pone en pie después de robar una fresa de mi bandeja y llevársela a la boca—. Te espero ahora.
Desaparece tras cruzar la puerta. Doy comienzo a mi desayuno por todo lo alto. Las fresas están muy frescas y ricas, y la tostada de queso fresco con nueces parece un desayuno de los mismísimos dioses. Todo está tan bueno que me da pena acabarlo. Estoy engullendo tranquilamente cuando siento que alguien me mira desde la puerta. Dirijo mi atención hacia allí y veo a Maite. Ya se ha arreglado. Lleva un vestido playero verde y bajo este un bikini morado.
—Qué romántico. Te ha traído el desayuno a la cama.
—Sí. Luca es increíble.
—Empiezo a darme cuenta de que sí— musita sin decirlo demasiado alto—. Ya se le podría pegar a Cyne un poco de su forma de ser.
—Cyne puede parecer un témpano en un mundo ardiente. Pero es solo fachada. En el fondo es una persona muy sentimental. Tiene un corazón muy grande. Y, aunque parezca que no, tiene un lado muy romántico. Solo necesita un poco de tiempo, sentirse seguro, en un ambiente armonioso, para sacar todo lo que lleva dentro.
—Hablas de él como si le conocieras de toda una vida.
—A veces tengo la sensación de que le conocí en otra vida.
Ella sonríe débilmente.
—Tendré que usar una cuchara para sonsacarle las cosas— bromea y pierde su mirada en la pulsera que llevo en la muñeca. No dice nada, simplemente asoma en sus labios una sonrisa, que revela la tristeza que siente por la falta de algo. Quizás un amor poderoso, real y sincero. En el que reine la reciprocidad—. Me alegro mucho de tener la oportunidad de conocerte, Maize. Eres mucho más que Cenicienta. Pero como ella, mereces vivir un cuento de hadas, con su vivieron felices y comieron perdices.
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Blind Dates
RomanceEl destino les había preparado una cita a ciegas a la que acudirían sin tener ni idea de que sus caminos jamás volverían a ir en direcciones opuestas. Maize Price jamás imaginó que huiría, subida en el coche de un completo desconocido, de una terrib...