Capítulo 12: Un reencuentro con Mafer

1.2K 117 104
                                    

Phillip's POV:

Mi abogado y yo quedamos de acuerdo para vernos una vez más. Era día libre para todos en FF, ya que Missa tenía una junta importante con su padre. Así que Luca me invitó a almorzar. Invitó también a Mafer (con quien estuvo hablando por lo del representante) y a Amber, que vendrá más tarde.

Missa me dejó a una cuadra del restaurante, y luego de despedirnos se fue a su reunión. Caminando hacia el lugar me encontré con Luca, así que nos saludamos, y entramos juntos al restaurante para esperar a Mafer. 

Es grato hablar con él, en especial sobre cosas que no involucran mis problemas familiares. Igual tuvimos que tocar el tema, por voluntad propia. Hay cosas que quería entender mejor.

— Entonces —pregunté— no pueden acercarse ni a mi, ni a Ángel, ¿cierto?

— Cierto. Además, ellos estarán yendo a terapias por un tiempo —asentí un poco nervioso. 

— ¿Y el dinero?

— Ese tema ya está cerrado, no te preocupes. Sólo queda que tu nueva representante hable con Ángel, y que ellos entreguen su escritura. Tendrá que ser a la secretaria de tu jefe, por la orden de alejamiento.

La orden de alejamiento. En el fondo no sé qué tan a salvo realmente esté de ellos. Es claro que no dura para siempre. Y quién sabe qué inventen para volver a tenerme cerca.

Tengo algunas cosas en esa casa aún, y si decido ir a buscarlas, debo ir acompañado de carabineros. Le dije a Luca que las iré a buscar en unos días. Toda esta situación se me ha venido muy encima, y realmente necesito un descanso. Así que cambiamos de tema.

Me da gracia pensar que este weón sabe muchas cosas de mi vida (traumas infantiles, experiencias con mis otros familiares, trabajo, etc). Todo eso en cuestión de semanas, mientras yo recién estaba aprendiendo sus apellidos. Así que durante estas salidas, trato de conversar lo más posible con él, y sacarle información para estar a mano.

Le pregunté si ha tenido pareja, y me dijo que no. Luego le pregunté sobre su infancia, y gracias a eso hablamos sobre cómo conoció a Missa.

— Recuerdo a un señor calvo y a un niño mudarse a la casa de al lado —dijo, luego de que un mesero nos entregara el menú—. A pesar de la diferencia de edad, nos llevamos súper bien. Jugábamos al fútbol con otros chavos, hacíamos desmadre en la vecindad, y esas cosas.

Sonreí ante la imagen mental de un pequeño Missael, tocando el timbre de una casa y corriendo con otros niños. Pero un recuerdo me vino a la mente.

"Desde que mi padre se divorció de mi madre, y quedé a su custodia, me ha criado día tras día para ser el jefe de Fresh Fragance". "Fui criado para esto, y no conozco nada más".

— Él me dijo que desde pequeño lo criaron para ser jefe. ¿Eso es verdad? —pregunté con curiosidad.

— Sí, es verdad —continuó el chico, asintiendo con su cabeza—. Siempre sentí que era muy maduro para su edad. A veces me hablaba sobre economía, mientras yo sólo pensaba en fútbol y la niña que me gustaba —negó con la cabeza—. Además, su padre lo tenía ocupado durante mucho tiempo. Con los años, pasamos de vernos casi todos los días, a vernos sólo una vez a la semana, o menos.

— ¿Y cómo volvieron a encontrarse?

— Bueno —miró hacia la mesa, donde estaba su celular—, nunca borré su número, y él tampoco borró el mío. Nos mandábamos cosas de vez en cuando, "feliz cumpleaños" y esas mamadas. Pero ps, nunca pudimos vernos en persona, hasta que me contactó por lo de tu caso.

Entre TelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora