Capítulo 7: Con ayuda del nuevo jefe

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No soy creyente en ningún tipo de dios, en especial por lo que he vivido todo este tiempo desde pequeño. Algunas personas me decían que alguien estaba en el cielo, cuidándonos a todos, cuidándome. Pero nunca tuve la oportunidad de sentirlo presente, de saber que estaba haciendo algo por mi.

Sin embargo, tener a Ángel, era tan maravilloso, que dejé de ser agnóstico, porque no supe a quién agradecerle.

Ese tipo de pensamientos recorrieron mi mente mientras volvíamos al trabajo, y la escena de nuestros labios juntándose se repetía en mi cabeza. Cuando llegamos, entré yo primero, ya que Missa tenía que sacar unas cosas de su auto. Había llegado levemente más tarde de lo que acostumbro, pero no tengo quejas. Me dirigí a mi sala, y Amber me estaba esperando junto a algunos otros modistas. Al instante se me acercó.

ㅡ Te tardaste más de lo normal ㅡme dijo con algo de preocupaciónㅡ ¿Pasó algo?

ㅡ Nada malo. Tranquila, sólo fui a dar una vuelta ㅡle sonreí con tranquilidad. Pero ella me miró extrañada.

ㅡ ¿Saliste con tu novio? ㅡme preguntó en tono de burla. Al instante, el beso que Missa y yo nos dimos llegó a mi menteㅡ. Aww te pusiste rojo wn. ¿Entonces son pololos?

ㅡ No, no somos, pero... ㅡnegué con la cabeza riendo, pero ella siguió insistiendoㅡ ¡Basta, no somos! ㅡexclamé, otra vez riendo, porque me sentía muy nervioso, y porque la existencia de Ámbar me da risaㅡ. Es decir, en realidad no sé wn... Es que...

ㅡ ¿Qué pasó? ¡Cuenta, cuenta, cuenta!

ㅡ Bueno... Puede ser que nos hayamos... Dado un... ᵇᵉˢᵒ,,,

El rostro de Amber se iluminó, y comenzó a saltar dando leves chillidos. Me reí ante su reacción, pero tuve que detenerla ya que podían llegar a mirarla raro.

ㅡ ¡Entonces se besaron! Ay wn, mi niño está creciendo... Pero no son novios... ¡Phillip, avíspate y pregúntale si quiere serlo! Te apuesto 10 lucas a que dice que sí.

No sabía qué decir, así que sólo reí nervioso.

ㅡ Yo no apuesto plata, lo siento, ya sabes por qué ㅡalcé mis hombros. Por mi parte lo haría, pero tengo que tener limitaciones con el dinero que me facilitan.

ㅡ Bueno, entonces te apuesto un...

Se escuchó desde el otro lado de la habitación un "ÁMBAR, FELIPE, VENGAN A TRABAJAR". Caminamos hacia esa zona, y Amber seguía pensando.

ㅡ Mejor no apostemos nada. ¡Pero ve a preguntarle en algún momento! Si es que algo pasó ahí, tienen que hablarlo.

A pesar de que asentí con la cabeza, parte de mi mente seguía negando. Y comencé a llenarme otra vez de dudas.

Mi mente seguía con demasiadas preguntas mientras los modistas me probaban algunas prendas de la misma línea. El primer traje ya estaba terminado, pero el padre de Ángel entregó otro proyecto en los cuales están trabajando. El problema es que no sé nada de aquellos nuevos trajes. Pero no son mi enfoque en este momento.

Mi mente no dejaba de pensar en aquel chico. Sentí que habían quedado cosas inconclusas con Missa. Por suerte, en un rato tenía que dirigirme junto a él a otra sala, porque teníamos que ver los tontos trajes nuevos.

A penas llegó la hora, el jefe abrió la puerta.

ㅡ Phillip, ven aquí.

Me dirigí hacia él con un leve tono rosa en mis mejillas. A penas llegué junto a él, hice un gesto de despedida hacia los modistas, siendo sólo respondido por Amber, y otra chica extraña. Mientras caminábamos hacia la sala, y con mi cabeza llena de dudas, no quise romper la atmósfera de trabajo que teníamos en aquel momento.

Entre TelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora