Capítulo 10: Una nueva etapa para Phillip

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Domingo. Cumpleaños de Phillip.

Al sentir que me empujaban en el hombro, abrí mis ojos tratando de despertar, pero se cerraban solos. Anoche no dormí muy bien, y fue hace pocas horas que logré conciliar el sueño. Mis ojos volvieron a cerrarse.

— No mames Phillip, llevo siglos tratando de despertarte —escuché una voz, que reconocí al instante. Pasé mis manos sobre mis párpados y volví a abrir mis ojos.

Missa estaba de pie frente a mi, con una polera negra y su hermosa sonrisa. Miró hacia otro lado por un segundo, antes de impulsarse y lanzarse sobre mi. Sentí su peso caer en mi guata, y solté un quejido, mientras él sólo se reía.

— No weí po' Missa —me quejé con voz adormilada. Pesa, pero no me molesta tenerlo sobre mi. Se acomodó para darme un abrazo.

— Despierta Pili, hoy es un día importante y hay muchas cosas que hacer.

Ángel me sonrió, y comenzó a dejar pequeños besos en toda mi cara, cosa que me gustó mucho en el momento, pero escondí mi rostro en su cuello mientras lo abrazaba. Puede que él haya despertado hace mucho y ya se haya arreglado; pero yo estoy recién despertando. Y debo tener mal aliento. No quería incomodarlo.

— ¿Nos levantamos entonces? —me preguntó. Asentí con mi cabeza aún en su cuello, y nos levantamos.

Me dio un cepillo de dientes nuevo, pasta de dientes, y me prestó una toalla y ropa suya (una ventaja de tener la misma estatura, es que podemos compartir ropa). Con todo eso fui al baño y tomé una ducha lo más rápido posible. Luego de vestirme, cepillé mis dientes, y Missa me permitió dejar el cepillo que me dio, en su casa, en caso de volver a quedarme. Uno nunca sabe.

Cuando salí, Angel tenía el desayuno preparado. Me senté junto a él y comenzamos a comer.

— Te ves incluso mejor que yo con mi ropa —escuché que murmuró, y miré al suelo con una sonrisa —. ¿Estás preparado mentalmente para el día de hoy?

Ayer, luego de nuestra cita gamer, tuvimos muchas cosas que hacer:

Sábado (ayer), al llegar al departamento.

— Entonces —comenzó Missa, mirando en su computador las copias de sus archivos— necesitamos los registros. Y conseguir un representante de confianza. Encontré varias cosas que podrían servirnos...

Sólo asentí con la cabeza mientras él seguía hablando. Me distraje un poco con lo del representante.  ¿A quién podía llamar? ¿Tiene que haber una condición especial?

— ¿Phillip? — Angel me sacó de mis pensamientos— ¿Está todo bien? Si estás muy cansado, no te preocupes, podemos verlo mañana.

— No, no... Bueno un poco. Pero estaba pensando en lo del representante. ¿Qué condiciones debe tener?

— Lo que tengo entendido es que sólo basta con que sea mayor de edad, que viva en este país. También requiere de una escritura, que confirme que es tu representante. Esa escritura es la que haremos si es que se llega a un acuerdo.

La verdad es que, estuve mucho tiempo emocionado con la idea de al fin librarme de mis padres. Pero nunca me paré a estudiarlo completamente.

— Ahora que lo recuerdo, tengo una tía. No sé si te he hablado sobre ella. Tiene una hija llamada Mafer. Tal vez pueda hablarle al respecto.

— Excelente, trata de llamarla cuando puedas —sonrió, antes de sacar su celular— Una cosa más.

— ¿Qué sucede?

— Tengo un contacto que es abogado, y nos ayudará de mejor manera con tu caso. Mañana sólo hablaré con tus padres, para que ellos también consigan uno. Lo necesitarán. Espero tengas tiempo durante la semana para hacer la denuncia.

Entre TelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora