ꓸ᭄ꦿ⃔⸙ 𝐋𝐮𝐬𝐭─ ࿊⃨

© 💌-𝑬𝒅𝒖𝒄𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒔𝒆𝒙𝒖𝒂𝒍∵∷·

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𝐈𝐧𝐨𝐀𝐨𝐢

𝐼𝑛𝑔𝑒𝑛𝑢𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑒 𝑖𝑛𝑒𝑥𝑝𝑒𝑟𝑖𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑠𝑒𝑥𝑢𝑎𝑙, 𝑦 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑛𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑒𝑗𝑢𝑖𝑐𝑖𝑜𝑠 𝑡𝑖́𝑝𝑖𝑐𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑒́𝑝𝑜𝑐𝑎.

𝑆𝑒 𝑟𝑒𝑐𝑜𝑚𝑖𝑒𝑛𝑑𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑐𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜́𝑛.
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¿Por qué estaba de repente recordando todo esto ahora? Tal vez porque todo su conocimiento teórico podría sacarla del embrollo.

La primera vez que vio la verdadera forma de un pene, fue cuando era una niña en uno de los libros de anatomía de su familia¹. Ella simplemente lo vio y pensó "oh, así que esto es lo que tienen ellos debajo de los pantalones". A veces, cuando estudiaba con estos libros que habían en su casa, se cruzaba con una o dos imágenes sobre los genitales tanto femeninos como masculinos donde señalaban sus partes y demás funciones y, al igual que todo el resto de información, lo memorizó. Entonces de esa manera, ella también aprendió cómo funcionaba su propia anatomía femenina y reconocía el propósito de cada parte.

La primera vez que vio uno real fue atendiendo a un cazador malherido durante sus primeros días trabajando en la Mansión Mariposa. Como estaba familiarizada con el cuerpo, no le pareció alarmante o vergonzoso como le hubiera pasado a cualquier otra chica de su edad. Para ella era algo completamente natural y no le provocó ningún tipo de emoción. Incluso llegó a ver algunos erectos, que decidían despertarse mientras los hombres estaban dormidos. Pero, nuevamente, para ella era sólo biología.

Pero había algo muy diferente en esta situación. Por primera vez en su vida se sintió avergonzada de que hubiera un pene de por medio. Se sintió intimidada, no preparada para la situación, y eso no le gustaba mucho. A Aoi le gustaba tener el control de las cosas.

Todo terminaba tratándose de contexto, al final. Este contexto era distinto. El chico estaba despierto, la estaba mirando fijamente sabiendo exactamente lo que pasaba, y ambos no supieron qué hacer o decir.

Había un bulto grande entre las piernas de Inosuke.

Aoi había entrado a curar sus heridas, como siempre, y estaba terminando de recoger las cosas que había utilizado cuando comenzó a levantarse enfrente de los ojos de ambos.

—Es... —de repente su garganta se sintió muy seca. —está b-bien, Inosuke-san... esto es más normal de lo que crees. Esto es--

—Sé lo que me pasa.

Ella se cayó inmediatamente y se apretó un poco en labio inferior mientras agachaba su cabeza con vergüenza. Claro que él lo sabía, era su cuerpo, después de todo. Pero ella tampoco podría ser culpado por simplemente creerlo ignorante; porque Inosuke era prácticamente como un niño pequeño.

—Bien.

Ella comenzó a recoger rápidamente las cosas esparcidas por la pequeña mesita de noche junto a la cama. Quería salir de ahí lo más rápido posible.

—Me duele.

Casi deja caer la jeringa que llevaba en su mano. Seguía sin mirarlo a la cara. —N-no debería dolerte.

—Me incomoda. Quiero que se vaya.

Aoi entendió el mensaje. Tomó la bandeja entre sus manos y la levantó, dispuesta a irse. Inosuke quería que ella se fuera para él poder encargarse del asunto entre sus piernas.

Pero apenas se había alejado un paso dándole la espalda, cuando la sujetó de la parte trasera de su uniforme, tirando por su delantal. —¡Espera!

Le produjo un hormigueo desde el lugar donde tenía la mano, que se esparció a lo largo de su cuerpo. —¿Qué sucede, Inosuke-san?