© 💌-𝑩𝒖𝒆𝒏𝒂𝒔 𝒗𝒆𝒄𝒊𝒏𝒂𝒔∵∷·

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𝐎𝐛𝐚𝐦𝐢𝐭𝐬𝐮 𝐲 𝐆𝐢𝐲𝐮𝐬𝐡𝐢𝐧𝐨 (𝐞𝐧 𝐦𝐞𝐧𝐨𝐫 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐝𝐚)

𝐸𝑙 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑡𝑜 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠, 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠 𝑦 𝑎𝑐𝑡𝑖𝑡𝑢𝑑𝑒𝑠 𝑚𝑎𝑐𝒉𝑖𝑠𝑡𝑎𝑠 𝑦 𝑚𝑖𝑠𝑜́𝑔𝑖𝑛𝑎𝑠.

𝑆𝑒 𝑟𝑒𝑐𝑜𝑚𝑖𝑒𝑛𝑑𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑐𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜́𝑛.
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Nishida Shizue había vivido en aquel departamento con su esposo por casi 20 años. Había visto de todo: universitarios de todo tipo, peleas maritales, inquilinos que regresaban ebrios a sus hogares, y muchos escándalos más. Ella había tenido, en lo que cabía, una vida muy plena allí.

Nunca tuvo hijos, y su esposo murió cinco años antes de que... de que pasara lo que pasó.

Ella se encontraba tranquila allí, simplemente esperando irse con él. Todos en el edificio la conocían, y la apreciaban, tampoco vivía en extrema soledad, siempre buscaba con qué entretenerse. Sin embargo, nada de lo que había vivido la tenía preparada para lo que pasó después.

El apartamento junto al suyo pertenecía a un hombre que lo alquilaba. Todo tipo de personas habían pasado por allí, buenos y malos vecinos. Por casi dos años estuvo alquilado a un estudiante universitario muy gentil con el que se llevaba bastante bien, pero finalmente se graduó y lo desalojó. Así que pronto tuvo nuevos vecinos.

Vecinas, en realidad.

Recordaba muy bien aquella mañana en que salía para hacer sus compras para el almuerzo y se las cruzó por primera vez. Eran dos chicas, jóvenes, universitarias probablemente. Estaban de pie fuera del apartamento mientras veían a los de la agencia de mudanzas entrando sus muebles al lugar. Mentiría si dijera que la primera impresión que tuvo sobre ellas era buena. Ellas eran demasiado llamativas, en todo el sentido de la palabra. La primera era alta, con el cabello de un rosa chicle y verde, y demasiado voluptuosa. La segunda era mucho más pequeña, con el cabello tinturado de color morado, y le provocó un mini infarto en cuando miró Nishida y descubrió una perforación en su nariz. Para empeorar su impresión, ellas mostraban mucho sus curvas, mucha piel, y mucho cualquier cosa. Le resultaba tan vulgar a simple vista.

—Buenos días. —saludó la alta. —¡Somos sus nuevas vecinas! Yo soy Mitsuri Kanroji, y ella es mi amiga Shinobu Kochou.

La pequeña igualmente la saludó, dándole una leve inclinación. Al menos tenían educación.

—Es un placer. Soy Nishida Shizue.

Nishida les dio la bienvenida al edificio y no habló con ellas en el resto de aquel día. En realidad no estuvo allí en gran parte de este, pero no dudó en hablar con su hermana al respecto. Ellas le daban malas vibras. ¿Acaso podrían ser lesbianas? Nishida comenzó a considerar cualquier posibilidad, y a decir verdad, ninguna era buena.

Durante los siguientes días, no pasó nada interesante. Nishida inclusive pensó que ellas podrían ser buenas vecinas. No eran ruidosas en comparación de otros, cuando se las encontraba siempre eran amables, y ambas eran unas estudiantes responsables. Aún habían ciertas cosas que le desagradaban, como sus apariencias demasiado llamativas, pero en general, no había mucha discordia.

Hasta el día que descubrió que la habitación de Mitsuri estaba pegada a la sala de su casa.

Comenzó con un ruido inconfundible para ella, algo que llamaría como un "ruido feliz". Nishida, quien había estado mirando la televisión, al principio creyó que el ruido que había escuchado era otra cosa. Puso su televisor en silencio, como esperando si habría otro, y así fue. Luego otro, y otro, más jadeos, y combinaciones. Supo que se trataba de Mitsuri porque reconoció su voz, de alguna manera.

ꓸ᭄ꦿ⃔⸙ 𝐋𝐮𝐬𝐭─ ࿊⃨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora