Capítulo 13: Ødelagt.

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El viento revolvía los cabellos negros y rizados de su melena rebelde, ondulaban en el aire como serpientes y golpeaban con vida propia; era una noche de espesa oscuridad, en donde únicamente se veían titilar las luciérnagas en la lejanía. La luz de la habitación llegaba hasta el balcón y a él lo dejaban haciendo parte de una de ésas sombras tenebrosas del bosque que tanto admiraba.

Entregaba sus suspiros de enamorado al viento y sonreía al recordar a su amante, entre los sonidos de la noche mantenía su joven corazón palpitante por él. No podía concebir la existencia sin aquel hombre, no podría existir un Kirk sin su Lars, aquella idea se había quedado en su cabeza desde hace ya varios días, y aunque los golpes que se ha dado anteriormente le han enseñado a ser escéptico ante todo, no puede negar que su alma y su corazón se mantienen por Lars Ulrich.

La puerta se cerró con seguro, él ni siquiera quiso darse vuelta, sabía quien era, se quedó inmóvil en su posición y espero para que el danés llegara a intentar asustarle.

—¡Kirk!— Las manos pequeñas de Lars se pusieron de repente en sus caderas y Hammett soltó una carcajada —Nunca te asustas.

—Bien, inténtalo otra vez.

—No— Su voz sonó ligeramente infantil y aunque Kirk detestaba éso en otras personas, le pareció algo muy tierno y terminó cargando al castaño para hacerlo sentar en el barandal del balcón.

Cuando el danés ya estuvo en una posición cómoda, Hammett lo miró con la dulzura personificandose en su mirada y terminó apretando con amor las mejillas rellenitas de su novio. Entre risas juguetonas y manoteos, el más pequeño se mostró ampliamente enamorado de aquella acción y más cuando recibió un beso para que se detuviera.

—Kirk, no hay lugar ni momento en el que quisiera estar más que en éste, me haces sentir tan completo. Hace mucho sé que mi corazón y mi alma deben estar junto a ti.

Sus pestañas rebotaron por las palabras que acababa de escuchar, Lars aún lo tomaba de sorpresa cuando de repente expresaba sus sentimientos y ésa magia que sus palabras le transmitían, conectaba directamente con su alma y le mostraba la gran verdad de lo que es el amor.

—Larsie, siempre me dices que no soy romántico— Empezó a hablar cuando los ojos almendrados esmeralda estaban en él, observandole como si la existencia se reuniera a aquellos dos seres —Pero es que las palabras son algo muy bajo para si quiera intentar expresar todas las revoluciones que le haces vivir a mi alma, o creo que no tengo ésa facilidad y por éso siempre quiero demostrarte todo mi amor con actos y... ¿Te casarías conmigo?

Para cuando pudo pronunciar aquellas palabras, ya estaba con el color de la cara inexistente y el cuerpo temblando; Ulrich en un impulso tomó desde los cabellos y acercó sus labios y fue hasta minutos después que finalmente pudo dar una respuesta.

—Siempre voy a querer.

El rizado llevó sus manos hasta atrás de su cabeza y quitó su única pertenencia de valor, vió el brillo en los ojos de su amado y confió plenamente al verlo en frente suyo.

—No tengo nada más que darte Lars Ulrich, pero con ésto también va ligado todo mi amor y respeto hacía ti y lo que representas, te amo toda la vida y me entrego a ti como tu esposo.

El burgués sonrió de ternura mientras sentía una extraña efervescencia recorrer su cuerpo, bajó la cabeza y recogió su cabellos para que Kirk pusiera su alianza, no era un metal precioso, pero Lars entendía que valía mucho más que todo éso, era el último recuerdo de su madre, Lars conocía muy bien ésa historia trazada por la tristeza y se sentía honrado al recibir aquel collar.

Tomó entre sus dedos el dije que era similar a la punta de una flecha y lo acercó a sus labios para dejar un beso, luego observó a su ahora esposo y se recargó en el para bajarse del sitio,Hammett lo miró extrañado, por lo menos esperaba un beso, pero no lo hubo, al menos no en ése momento.

𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝑪𝒂𝒓𝒆𝒔𝒔; 𝑲𝒍𝒂𝒓𝒔.(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora