𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝑪𝒂𝒓𝒆𝒔𝒔; 𝑲𝒍𝒂𝒓𝒔.(Terminada)

Capítulo 15: Jeg er ligeglad med om jeg skal dø.

Se cansó de gemir sus gritos de auxilio y piedad, por la tela que estaba entre sus dientes y dentro de su boca, se cansó de moverse y golpearse contra la cama a la que lo habían amarrado, su cara estaba llena de lágrimas, mucosidad y transpiración y sólo seguía llorando en silencio por su destino triste y el de su amado.

Recordaba de manera nostálgica aquella preciosa sonrisa que tanto le hizo brillar los momentos, lo recordó con un gusto de amor amargo por su desolación en aquel momento.

De vez en cuando sus lamentos y sollozos volvían con fuerza y a ratos terminaban en sólo murmullos desgarrados del eco, los suspiros se fueron haciendo más tenues conforme pasaba el tiempo hasta que su cuerpo cansado se ponía a dormitar, y aún en ésos momentos deliriosos, el recuerdo joven y bello de su esposo, se mantenía en primer plano.

Entonces, se empezó a liberar, las cuerdas que antes lo ataban con tanta ímpetu, ahora se deshacían como brisa fresca y lo soltaban, el danés ya no era muy consiente de lo que estaba ocurriendo, era un sueño, y entre aquella pesadilla tenebrosa, era algo mejor.

-¿Kirk? Amor Estás aquí.

Escuchó un siseo discreto que lo obligó a callar, sus ojos se abrieron de golpe mientras su corazón se aceleraba.

Sus muñecas estaban adoloridas y les faltaba una capa de pie, el dolor fue lo menos importante en aquel momento, tenía un héroe frente a él, justo entre toda ésa oscuridad, se incorporó con el extasis entre la venas y justo cuando estaba por hablar y gritar de la emoción al creer que era su amado, aquel personaje rompió su encanto.

-No estás ayudándome, tenemos poco tiempo.

El burgués mordió su lengua al escuchar la voz desconocida y se puso de pie para vestir su cuerpo con lo que aquel hombre le ofrecía, tenía miedo, pero más allá de éso curiosidad ¿ÉL le estaba ayudando? ¿Por qué? ¿Lo estaba ayudando? Cuando terminó de vestirse con la rapidez que más pudo, su cuerpo escuálido de adolescente fue levantado por los aires con una practicidad enorme y terminó en los hombros del desconocido, golpeándose con la ballesta que colgaba en su espalda, soltó un sonido seco por la acción y justo cuando iba a objetar sobre aquel hecho, el desconocido nuevamente habló.

-Será mejor así, Lars.

Nuevamente el danés guardó silencio, y se mantuvo así aún cuando notó a James afuera, esperando por ellos, pudo reconocerlo con muy poca luz y tenía una cara de enfermedad absoluta, pero éso le preocupaba muy poco ahora, estaban bien y siendo rescatados ¿Por qué James querría estar en un lugar tan terrorífico?

Se hicieron una seña extraña con la cabeza y Lars intentó pasar el comentario burlesco del desconocido "Se consiguió una niñita, ¿Eh?" Se estaba refiriendo a Kirk, ¿El que tenía que ver con el desconocido de facciones extrañas? James contestó con su cabeza nuevamente, en algo que el burgués descifró como, luego lo sabrás.

Pero su estancia no fue tan cómoda como hubiese querido, de un momento a otro, en un lapso de un abrir y cerrar de ojos, un grupo de monjas aparecieron frente a ellos, ambos grupos se tomaron por sorpresa, y el danés terminó en el piso. Su pierna se golpeó con la caída y lo detuvo más, justo para que una de aquellas mujeres lo agarrara y lo hiciera caer nuevamente, un forcejeo y un griterío de sandeces empezó por parte y parte y mientras el resto de mujeres se acercaban para ayudar. El danés y todo su rostro y parte de su cuerpo, fue salpicado con la sangre de aquella monja; la imagen de una flecha entrando por el ojo de aquella fémina, se repetía en su cabeza, el momento fue acompañado por gritos desgarradores y el cuerpo inerte callendo sobre la tierra cubierta de rocio, esparciendo más líquido viscoso.

Lars se incorporó algo descolocado por la situación y recibió la ayuda de su amigo rubio quien estaba ahora ahí para ayudarlo, empezaron a correr hacia la salida, esquivando algunos cuerpos en su propio charco de sangre que se habían tropezado con el desconocido que tenía una ballesta en sus manos, ver tanta sangre no le afectó como debía, Ulrich se lo tomó como si se estuvieran liberando de sus mercenarios y con la adrenalina fluyendo a tope siguieron corriendo hacia la salida y luego, hasta el terreno más allá de ésta en donde estaban tres caballos esperándoles, junto a otro hombre, a cada paso la distancia se recortaba y entre más tiempo ocurría, Lars se daba cuenta de que el desconocido que le esperaba junto a los caballos no era más que la persona que nunca hubiera podido imaginar como ayuda para escapar de aquel lugar.