Prólogo.

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- Juro que si vuelvo a recibir otra de estas cartas personalmente iré a matar al cartero, tal vez así dejen de llegar estos pedazos de papel - Pensó la Chica con estrés.

-... y con eso terminamos con las propuestas de matrimonio - Finalizo de contar las muchas propuestas la araña - y cual e-

- Me niego - le corto.

- Pero Princesa Hornet, ni siquiera l-

- Que no - le volvió a cortar - para empezar, ¿porque tendría razones para aceptar si nos va bien? - Le preguntó Hornet a su fiel sirviente.

- Pero nos puede ir mejor - le contestó el sirviente - Si acepta podrí-

- No.

- Siquiera tenga la decencia de dejarme terminar fiera - Se quejó en voz alta por accidente.

- ¿Dijiste algo? - Preguntó con una furia muy, muy, grande.

- Nada adios majestad - Contestó con mucho miedo y rapidez la pequeña araña.

- Estos sirvientes son cada vez más inútiles - Se dijo a sus adentros la araña "especial", recordaba que los sirvientes de su madre estaban dispuestos a morir por servirle, con ella parece que si la veían en la calle apunto de morir la recogerían delicadamente y la arrojarían al abismo para que el vació le hiciera quien sabe que... aunque ya le hizo cosas así que "nah".

 Mientras caminaba para salir del salón principal se dejó absorver por su mente para caer en el mundo de los recuerdos, mientras paseaba por sus memorias no se dio cuenta de que sus pasos la guiaron hasta su habitación, aunque no tenía un rumbo fijo se conformó con eso, de todos modos no tenía planes así que pasó, en realidad era muy simple (no tenia muchas cosas) lo único destacable era el gran tamaño y su fiel aguja.

En tanto se sentó en su cama se fijó en la mesa de noche al lado de esta con un libro abierto encima, no le importó en absoluto, solo lo vio por que sí, no tenía nada que hacer ahora solo se dedicó a inspeccionar la habitación y por eso se detuvo de golpe cuando lo vio.

Era la máscara del "Fantasma", esa pequeña pero peligrosa criatura de vacío, estaba partida justo a la mitad, la recogió cuando la vio por que pensó que con ella podría hacerle un funeral digno al enano que literalmente salvó al mundo, pero por alguna razón solo la guardo en su habitación, cada día se sentaba frente al objeto de color blanco y se le quedaba viendo sin hacer nada más.

Ya había pasado un año desde que Ghost entró en los sueños del Hollow Knight para destruir al origen de la infección, y desde entonces a un ritmo lento pero seguro Hallownest comenzó a resurgir y estaba agradecida por eso, sin embargo por ser hija de Herra tuvo que volver a sus deberes reales que nunca pudo realizar.

Ghost...

Accidentalmente le puso ese nombre al fantasma.

Siempre que le preguntaban que pasó todo ese tiempo que la infección asoló a Hallownest les respondía:

- Un fatasma se hizo cargo de todo.

Pero con el tiempo, por la confusión de la gente de que un "fantasma" los salvó de una muerte segura y la costumbre pasó a llamarlo Ghost.

Fue sacada de sus pensamientos por un ruido y una voz que la llamaba del otro lado de la puerta.

- Hornet ya debemos irnos.

- Ya voy madre.

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En las profundidades del Reino.

-... Hallownest... proteger...

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Hola, espero que hayan disfrutado el prologo, y muy pronto estará el siguiente capítulo, bueno sin más que decir, adiós.














 Ah y por favor pasen a leer mi otra historia.

Hollow WardenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora