El día para Germán comenzó más temprano esa vez. Seguramente era porque se quedó dormido apenas terminó de cenar.
Decidió levantarse para bañarse y llegar a horario en su segundo día.
Hacía frío, una ducha con agua caliente seguro le vendría bien.No había nadie en su casa, su madre entró más temprano al trabajo y lo único que le hacía compañía era su gata Miel, esta lo perseguía por todos lados para que le dé su comida.
Salió bastante abrigado para caminar esas cortas cuadras hasta la institución. Se colocó sus auriculares, en ellos sonaba Kendrick Lamar.
Los pasillos del colegio parecían estar vacíos. Se dirigió a su aula, que ahora sabía dónde quedaba, y se sentó a esperar a los demás.
No hizo mucho más que mirar un par de tiktoks y ponerse al día con los partidos de Boca.Se sacó los auriculares cuando empezó a escuchar bullicio desde la parte de afuera, supuso que alguno de sus nuevos amigos ya estaban llegando, pero se equivocó.
Era Santiago, quien estaba hablando con una chica de otra división. Sorprendente que un chico como él llegue temprano.
—¿Qué mirás? ¿te gusto?— dijo el rubio para después reírse.
Germán desvió rápido la mirada y se volvió a centrar en su celular rodando un poco los ojos. No estaba prestando la suficiente atención como para darse cuenta de que Rodríguez se estaba acercando a él.
—Me voy a sentar acá— habló mientras tiraba su mochila al costado del banco compartido. —Qué onda vos, ¿no hablás? ¿sos mudo?
—¿Qué querés que te diga?— contestó de mala manera.
—Bueno, bajemos un cambio eh, mira que a mí no me gusta que me hablen mal— susurró al oído ajeno. Germán sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo.
Al parecer eran pocos los presentes ese día, al menos todos los amigos de Santiago habían faltado y los dos nuevos amigos de Germán también. Es verdad que hacía bastante frío como para salir de casa.
Usinger notó como Santiago no hacía absolutamente nada en las clases. No hacía más que intentar molestarlo y garabatear en un cuaderno.
—¿No vas a hacer nada?— preguntó el de lentes luego de un rato.
—¿Me vas a obligar a hacer algo?
—No...
—Bueno, ¿entonces? no voy a hacer nada y punto— dijo encongiendose de hombros.
—¡Usinger! ¡Rodríguez! dejen de hablar— retó la profesora de turno.
—Perdón profe— se disculpó Germán y la clase continuó.
—Bueno alumnos, les voy a dar el primer trabajo práctico de investigación. Lo van a hacer con su compañero de banco, van a tener que investigar sobre el espacio, sus planetas, satélites o lo que más les llame la atención. Tienen dos semanas para entregarlo. Buena suerte para todos— el timbre sonó apenas la docente terminó de hablar.
Germán quería morirse por dentro. Era el peor día para sentarse junto a un vago que no hacía nada. Tampoco es que él sea el más estudioso de todos, pero si tenía que hacer cosas, obviamente que las hacía.
Antes de que pudiera decir algo, Santiago salió disparado fuera del aula. Esa misma chica con la que estaba hablando antes lo estaba esperando en la puerta del salón. El castaño supuso que era su novia o algo así.
Se recostó en el pupitre un rato hasta que terminara el receso, tenía un poco de sueño, aunque había dormido bastante, no tenia nada que hacer.
El sonido del timbre lo despertó, además de escuchar como su compañero de banco se sentaba nuevamente.
—¿Te desperté? me chupa un huevo.
—Chupala, pelotudo.
Sorpresivamente apretó sus mejillas —ya quisieras que te la chupe, Usinger— soltó y le pegó suavemente en el cachete —a mí no me hablas así.
Germán no dijo nada y se centró en la clase.
[...]
El día escolar pasó más lento que de costumbre para Germán. Las horas de clase eran eternas y que su compañero no le hable o básicamente lo asesine con la mirada no ayudaba demasiado.
Por suerte su camino a casa siempre era tranquilo. Sus auriculares, en los cuales suena alguna canción de Wos, son buenos acompañantes a la hora de caminar. Sintió un leve golpe en su nuca justo cuando llegaba a la esquina, este hizo que sus audífonos casi caigan.
—Eh, cuatro ojos— escuchó detrás suyo. Se dió vuelta sabiendo exactamente quién era. —Mi número— extendió su mano con un papel —por si tenés que escribirme para lo del trabajo, no me escribas por otra cosa. Me voy—. No dejó al castaño siquiera reaccionar y se fue.
Eso fue muy sorpresivo para Usinger, era demasiado para un solo día.
Llegó a su casa con frío y cansado, se tiró en el sillón de la sala a mirar algo en la tele mientras acariciaba a su gata, todavía no había nadie en su casa.Agendó el número del papel.
Aún pensaba en toda esa secuencia realmente extraña.—––⊂(◉‿◉)つ––—
#] Les subí los primeros dos capitulos!! ahora sí, el martes nos vemos con otra actualización 💋

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WTBA - santutu x unicornio
أدب الهواة❝𝗪𝗘𝗟𝗖𝗢𝗠𝗘 𝗧𝗢 𝗕𝗨𝗘𝗡𝗢𝗦 𝗔𝗜𝗥𝗘𝗦❞ Germán Usinger, un joven de 17 años, se tiene que mudar de su querida provincia; Entre Ríos, para vivir en Buenos Aires, dónde su mamá tiene una oportunidad nueva de trabajo. O Dónde Santiago Rodríguez...