Capítulo 9: Superación

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-Disculpen, podrían... ¿podrían decirle al herrero si le sobran materiales si puede forjar un colgante en el que se pueda colocar esta esfera?- Les dije a las niñas mostrándoles una pequeña esfera del tamaño de una canica. 

Esa esfera la tengo desde que llegué, en realidad llegué con cuatro, pero tres de ellas eran diferentes, al tocarlas sentía como un flujo de poder atravesaba mi ser pero nada ocurría, esta, solo me transmitía paz y tranquilidad al tocarla, supongo que tendrán una función diferente entre ellas, a parte, sus colores son diferentes, las tres más poderosas eran de un color turquesa transparente que se hacía más oscuro en su núcleo mientras que la esfera serena era un color lila.

Las niñas volvieron a asentir y se fueron, llegando así una brigada de kakushis para recoger todos los minerales y las mesas. Yo solo me dispuse a volver a casa de Tomioka, sería un camino largo, estaré allí a la noche.

Durante todo el camino estuve usando la carcasa de la katana como punto de apoyo, no podía moverme, mis heridas se abrieron un poco y sangraban, debían de ser profundas y por no decir que las recibí hace dos días. 

Sentía hambre, sed, cansancio, no se como llegaré en este estado a casa, Tomioka estará sentado en casa tomando té esperando a que regrese, o no, quizás esté en una misión que le hayan encomendado, sea el caso que sea llegaré a casa y luego iré a la finca mariposa para que  traten mis heridas, pero será muy tarde cuando llegue, no se si estarán despiertas a esa hora, tampoco quiero molestarlas en exceso, pero estas heridas duelen como mil demonios.

Cuando por fin llegué a la finca de Tomioka el esperaba en la puerta, su rostro pasó de inexpresivo a preocupado al verme tan herido, yo cuando lo vi solo me limité a darle una sonrisa que significaba "lo he conseguido".

-¡Ash!- Me llamó mientras corrió hacia mi. -Relaja tus músculos y no te esfuerces más, lo hiciste muy bien.- Dijo y comenzó a cargarme para llevarme a la finca mariposa.

No sentía mi cuerpo, solo cerré los ojos, estaba muy cansado...

Narra Tomioka

No podía creer lo que veía, lo consiguió, aprobó el examen de selección final con tan poco tiempo entrenando, este chico tiene un talento sobrenatural, sin contar que entrena hasta durmiendo. Pero viene muy malherido, no se que demonios han capturado para poder hacer esto. 

Intenté darme prisa para no perder el tiempo y que no sufriera más daños ya que podía notar en mi espalda que sangre brotaba de su cuerpo y goteaba por mi haori y sus piernas. 

Cuando llegué a la finca mariposa Ash seguía inconsciente, llamé a la puerta pero nadie respondía. Entonces opté por gritar para que alguien se percatara de mi presencia. 

-¡Kochou!- Grité una vez, pero nadie vino. Volví a gritar su nombre más fuerte. -¡¡¡Kochou!!!.-

Por fin salió alguien de la casa, era una niña con los ojos azules y dos coletas.

-Tomioka-san, que hace aquí a estas horas...- La pequeña chica detuvo su frase cuando vio al chico perdiendo sangre en la espalda del pilar. -Entra deprisa.- La niña invitó a pasar al pelinegro que cargaba con el malherido chico.

-¿Qué le ha pasado?- Continuó preguntando la chica de ojos azules mientras llevaban a Ash a una camilla para vendarlo y curarle sus heridas.

-El examen de selección final.- Respondió Tomioka frío, pero su cara reflejaba preocupación.

-Tranquilo, se pondrá bien, pero tardará un tiempo en poder combatir, sus heridas son profundas y ha perdido mucha sangre, pero este estado en el que se encuentra también se debe a el cansancio.- Explicó la niña cuando desinfectaba las heridas de Ash con un poco de agua y un trapo.

Otro final - Demon slayer / Kimetsu no yaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora