Otro final - Demon slayer / Kimetsu no yaiba

Capítulo especial: Flor de viento

Este capítulo especial es una continuación del final alterno en el que Ash Cinder continua con vida.

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Una vez todo terminó en la batalla final contra el padre de los demonios Muzan Kibutsuji, las cosas se volvieron más tranquilas, los pilares y los cazadores heridos se recuperaban lenta pero eficientemente dejando a la gran mayoría sin secuelas.

Todo estaba en paz, pero había alguien que se encontraba nervioso y tenso, algo raro en el, estamos hablando del ex pilar de viento Sanemi Shinazugawa.

-¿Qué demonios te pasa ahora?.- Le preguntó Ash a su amigo.

-¿A mi?, ¡Nada!, ¡estoy bien!.- Decía Sanemi intentando que su compañero no se diera cuenta de su estado de nerviosismo.

-¡Yo digo que oculta algo!.- Comentó Rengoku con su energía de siempre.

-Venga Nemiiii... Cuéntanos que te pasa.- Se burló Uzui.

-Como vuelvas a llamarme así juro por mi vida que te abro en canal y te saco los pulmones por la espalda...-

-Vale vale, relájate amigo...- Continuó Uzui con ambas manos en alto.

-...- Un silencio incomodo de parte de Sanemi inundó el lugar mirando fijamente a Tengen.

-Pfff... Nemi...- Se volvió a burlar el ex pilar del sonido.

-¡¡¡YA ESTÁ, LO MATO, VEN AQUÍ PEDAZO DE MIERDA!!!.- El mayor de los Shinazugawa gritaba mientras que Tomioka, Rengoku y Ash lo agarraban para que no matara a Tengen.

...

Una vez el ex pilar de viento ya tranquilo y sin pensamientos homicidas la charla continuó.

-Por cierto, ¿Dónde se ha metido Iguro?.- Preguntó Ash un tanto curioso.

-El se fue con Kanroji a la ciudad vecina, se le nota a leguas que le gusta.- Continuó Sanemi

-¡Me alegro mucho por ellos!.- Rengoku sonrió y miró al techo de la habitación en la que se encontraban.

-Venga chicos, sabemos como es Iguro, no se le va a declarar como es debido nunca, es demasiado tímido.- Uzui comentó.

-Es verdad.- Dijo Tomioka escuetamente como de costumbre.

-Bueno, al grano, ¿Qué mierda te pasa a ti?.- Ash señaló a Sanemi.

-¡Qué no me pasa nada!.- Sanemi refunfuñó entre dientes.

-¡Amigo creo que te pasa algo y no deberías de ocultarlo, al final todos somos amigos!.- Rengoku y su sonrisa cálida alentaron al pilar de viento a hablar de una vez por todas.

-Bueno... la verdad es que hay una chica... que... pues... me...- Sus palabras se entrecortaban y no conseguía decirlo con normalidad. Cada vez que abría la boca el Shinazugawa se ponía más y más rojo.

-Pues... me... gusta...- Terminó después de unos cuantos minutos de dificultad.

-Ya veo...- Tomioka contestó y salió de la habitación.