Capítulo 22: Principio del fin

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Muichiro se lanzó contra la primera luna superior, con sus marcas activas y su velocidad no tardó en acercarse, pero esta era muy rápida incluso para un pilar en pleno rendimiento.

Kokushibo se disponía a lanzar un tajo a Muichiro cuando de repente tuvo que cambiar de objetivo a uno más peligroso en ese instante, lanzó su ataque hacia el cielo, lo que provocó que tanto el ataque de la luna y el cazador de hielo conectaran.

Ash cayó al suelo por el ataque de la primera luna superior con varios cortes en su cuerpo pero nada de lo que no pudiera lidiar, una vez se repuso volvió a su pose de combate junto a Himejima, Genya, Sanemi y Muichiro. No podían perder ese combate, eran cinco contra uno.

Estaban todos heridos pero seguían luchando, determinados a acabar con su enemigo, los tres pilares se lanzaron contra Kokushibo dejando al cazador de hielo en la retaguardia para apoyar y defender.

- Quédate aquí y descansa.- Dijo Ash a Genya que estaba malherido.

- Pero no puedo dejar que mi hermano haga esto solo, no quiero que muera.- Contestó el joven nervioso.

- No morirá te lo prometo.- Comentó Ash y corrió hacia su enemigo junto a los demás pilares.

El combate continuaba, Gyomei atacaba el primero dejando paso a Muichiro y Sanemi, Ash se mantenía en la retaguardia esperando un buen momento y defendiendo algunos ataques. 

Sanemi comenzó a lanzar tajos con su respectivo aliento dejando aperturas momentáneas en el enemigo pero eran defendidas en un instante, el combate era al desgaste y los cazadores tenían las de perder.

Muichiro se acercó para darle a sus compañeros una apertura y así dañarlo pero estaba tan herido que perdió facultades. 

Kokushibo preparó el momento para atacarlo y matarlo de un golpe, pero Ash se interpuso y bloqueó el ataque como pudo lo que provocó que ambos salieran volando hacia una pared, Muichiro acabó rebotando en la pared y cayendo al suelo, en cambio, el cazador de hielo acabó empotrado en el muro sin moverse.

Los que quedaban en pie seguían luchando sin parar.

-¡Maldita sea!, ¡Cada vez somos menos!.- Gritó Sanemi con ira.

-¡Hermano cuidado!.- Advirtió Genya señalando al demonio.

Kokushibo lanzó un corte a distancia que rajó al pilar de viento en el vientre, pero este no se rindió y aguantó el golpe como mejor pudo.

Muichiro se levantó del suelo.

-¿Dónde está mi espada?, Lo olvidé..., oh mira, ahí está.- Mirando hacia el cuerpo de Ash en la pared, tenía la katana clavada en su hombro izquierdo.

-Lo siento amigo.- Empezó a sacar lentamente y con cuidado la nichirin del cuerpo de Ash.

En ese momento el cazador de hielo despertó, estaba inconsciente pero ese dolor lo despertó del todo.

-Dame un respiro anda...- Ash terminó de sacar la espada y salió del hueco que dejó en la pared, muchas de sus costillas estaban rotas, huesos fisurados e innumerables cortes por su cuerpo.

-Volvamos, no podemos quedarnos atrás.- Muichiro volvió al campo de batalla, Ash solo le siguió.

-Deberías de parar el sangrado.- Advirtió Himejima al pilar del viento.

Sanemi solo se retiró a coser su herida rápidamente para evitar dejar mucho tiempo solo al pilar de roca contra la primera superior.

Ash volvió con Himejima mientras que Tokito fue a supervisar al menor de los Shinazugawa.

-Debemos eliminarlo y pronto.- Afirmó el joven de hielo mientras se ponía en posición defensiva.

-Lo sé, pero no deja ninguna apertura.- Contrarrestó Gyomei.

-Pues la crearemos nosotros y eliminaremos a ese cabrón.- Sanemi compartió una vez ya cosidas sus heridas.

Los tres atacaron como buenamente pudieron mientras que Tokito y Genya se preparaban para entrar en combate.

Incontables cortes eran lanzados por todas partes, esquivarlos o bloquearlos era la prioridad de los cazadores, sabían que un corte que les contactara podría hacer la diferencia en ese encuentro.

En ese mismo instante apareció Genya con un aspecto amenazante y extraño, en un abrir y cerrar de ojos entró en combate y disparó a la primera superior haciendo que retroceda, Gyomei lanzó su bola con pinchos destrozando la cabeza de la luna y Sanemi terminó cortando lo restante de esta.

 -Menos mal que ya terminó.- Comentó Genya volviendo a la normalidad.

En ese momento la primera superior empezó a convertirse en un monstruo musculado y enorme.

-Lo has gafado...- Dijo Ash frustrado preparándose para pelear de nuevo.

-¿Todavía no muere?.- Replicó Sanemi 

El demonio se quedó mirando fijamente a la katana de Sanemi, estupefacto sin moverse.

Sanemi, irritado por la situación se abalanzó sobre el decapitándolo en un instante, ahora el demonio no regeneraba su cabeza, parecía que todo había terminado, pero nada era seguro.

-¿Ahora si?.- Dijo Genya dudoso pero aliviado a la vez.

El mayor de los Shinazugawa se dio la vuelta hacia su hermano con una expresión que le infundió miedo al menor. Se acercó a el y cuando estaba a escasos centímetros de Genya, este cerró los ojos esperando un golpe que nunca llegó, recibió algo más cálido y fraternal.

Sanemi yacía abrazando a su hermanito con lágrimas en sus ojos.

-Te dije que dejaras el cuerpo de asesinos de demonios maldita sea...- Gimió Sanemi entre sollozos.

-Te dije... que ningún demonio se acercaría a ti... que formaras tu familia...- Continuó tras un breve suspiro.

-Hermano... Yo... Lo siento mucho por lo que dije...- Genya lloraba mientras abrazaba a su hermano mayor.

La emotiva escena era observada por Gyomei, Tokito y Ash, ellos tomaban un respiro después del combate y cosían sus heridas mientras tanto.

-¡CAW!, ¡Luna superior uno, dos y tres eliminadas!, ¡CAW!.- Un cuervo pasó por la zona notificando la situación de la misión.

-Repongamos fuerzas mientras podamos antes de que llegue el siguiente combate.- Sugirió Muichiro 

Los demás asintieron mientras que terminaban de curar sus heridas.

Mientras tanto Obanai, Mitsuri y Yushiro luchaban contra Nakime para poder deshacer la fortaleza infinita. Una vez que Yushiro llegó hasta el demonio del biwa el plan estaba completo, Muzan se vio obligado a matarla para evitar que usen sus habilidades en su contra.

Toda la fortaleza empezó a desmoronarse dejándo a todo el mundo libre en una calle de una especie de ciudad pequeña, allí se podía ver a Muzan en mitad de la calle oscura, su pelo era blanco y largo, tenía bocas dentadas cubriendo su cuerpo y tentáculos en su espalda, largos y afilados, sus ojos rojos color sangre iluminaban su cara llena de ira.

Los cazadores estaban todos reunidos en la zona para comenzar la lucha.

La noche cubría todo el lugar, había que aguantar costase lo que costase.

La batalla final iba a a ser zanjada pronto, humanos contra demonios y solo uno prevalecerá.

Otro final - Demon slayer / Kimetsu no yaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora