SABOR DULCE AMARGO

CAPÍTULO 0 3

—¡Me niego me niego y me niego! —el niño se tiró al suelo

—Satoru no hay alguna aldea cerca como para ir a quedarnos en una habitación, además ya es muy tarde y nos podrían emboscar si seguimos —la chica lo intentó hacer razonar 

—Ese no es mi problema si no el suyo —se cruzó de brazos, se negaba a dormir en el aire libre siendo él, hijo del señor feudal de las tierras que pisaban

—Sakura-chan yo iré armando las tiendas —el rubio se acercó hasta su amiga pidiéndola su tienda de campaña para armar ambas

El estómago del niño sonó, en la hora del almuerzo Satoru se había negado a probar bocado de la "comida que los sirvientes comían" en palabras de él, lo habían malcriado bastante, aunque solo era un niño.

—¿Tienes hambre? —le preguntó amablemente, pero él volteó su cara hacia otro lado sin decir nada.

Sakura suspiró y tiró algunos leños a la fogata que momentos antes había echo con ayuda del Uzumaki.

—Mejor llévenme a casa de una buena vez, en lugar de estar aquí, podrían seguir corriendo —les reclamó Satoru mirando a ambos ninjas

—¡No creo que soportes toda la noche despierto, enano! —gritó Naruto terminando de armar la tienda donde su compañera dormiría

—¡Claro que no tonto, pero Sakura me podría cargar! —se defendió 

—Eres muy quisquilloso, no creo que puedas dormir mientras vas en la espalda de Sakura-chan, además que si en caso nos llegaran a emboscar de noche, sería muy pesado para ti —"sin mencionar que los ninjas también nos cansamos" pensó Naruto viendo como Satoru no parecía entender.

—¡La espalda de Sakura no es tan incómoda y si nos emboscaran, para eso están ustedes, Tsunade me dijo que me cuidarían! 

—Y por eso mismo, lo más seguro para ti es dormir aquí tranquilo, Naruto y yo nos encargaremos de vigilar los alrededores —dijo al momento que sacaba la comida de los tres

—¡No quiero dormir en medio de la nada, sería humillante para alguien como yo! —volteó a ver a Naruto y Sakura con cara enfadada

—Pues tendrás que acostumbrarte niño —el Uzumaki se sentó a lado de su amiga.

—¡Hump! — la pelirosa sacó los táper de comida, entregándoselo uno a su amigo y luego...

—Ten —Satoru al escuchar a su estómago haciendo ruidos raros, aceptó el táper, lo abrió y contempló la comida, tenía hambre, giró su vista a los jóvenes que lo cuidaban, entonces un recuerdo de lo que su padre le decía le vino a su mente.

—¡No quiero! —lanzó toda su comida hacia la fogata, se levantó y se fue de allí

—¡Cha! —había sido la gota que derramó el vaso, Sakura se paró dispuesta a ir hasta Satoru y ponerlo en su lugar cuando la mano de Naruto la detuvo del hombro —¿Hum? 

—Yo iré a por él Sakura-chan —corrió detrás del niño que para ser tan pequeño era bueno escapando.

—¡Enano! —lo alcanzó, pero al niño al encontrarse acorralado rápidamente gritó

—¡Si me vuelves a pegar te juro que haré que mi padre te haga pagar por eso! —lo amenazó

—No quiero golpearte, mejor hablemos —se sentó en la tierra aún con su comida en una de sus manos, Satoru con desconfianza accedió y se sentó algo apartado del Uzumaki.

—¿Sabes que Sakura-chan se sintió mal por lo que hace un rato hiciste con la comida que ella misma preparó para los tres? —su tono era suave