«one shots e imaginas de
los personajes de haikyuu»
» todos los personajes son de
autoría de haruichi furudate.
» las imágenes y fanarts utilizadas
en este libro no me pertenecen,
c...
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pedido anónimo, espero que te guste ♡
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—Es lindo, ¿verdad?
—¿Quién?
—Pues quién va a ser, Tenma, el pequeño gigante. El chico al que nunca le quitas la vista de encima.
—Cállate Saeko, tú estás igual con Akiteru.
—Háblale de una vez, no seas cobarde.
—¿Estás loca? Él parece que va a darle un puñetazo a cualquiera que se le acerque.
—No va a pegar a una chica, tonta. Si quieres te acompaño.
(...)
Al final la rubia terminó convenciendo a Mei, y juntas fueron a la entrada del gimnasio donde el equipo de voleyboll estaban entrenando.
La castaña iba a asomar la cabeza por la puerta, cuando justo sale alguien con prisa casi llevándose a la chica por delante, y estaba enfadado. Muy enfadado.
—Oye... vigila por donde vas chaval.
El chico no le respondió, si no que fue directo al casillero para estampar la cabeza en un golpe seco contra esta.
—¡Oye! ¡No hagas eso! —dice Mei acercándose a él rápidamente para alejarlo del casillero de metal.
—Déjame.
—No.
El azabache se giró en la dirección de Mei con cara de enfado, pero cuando vió la cara algo preocupada de ella relajó sus facciones, relajándose al instante.
—No te pegues contra el casillero, te puedes hacer daño.
—Lo que tú digas —asiente y aparta la vista.
Lo que Mei no sabía es que el chico se había sonrojado levemente. Saeko sí que vió eso y sonrió pícaramente.
—Mei vámonos, ya tenemos que entrar a clase.
—Mmm sí, nos vemos.
La castaña empezó a caminar a paso acelerado queriendo salir de ahí cuanto antes, ya que estaba algo avergonzada.
Aunque Saeko no se queda atrás, sigue el paso a su amiga mientras que le hace señas al azabache respecto a sus mejillas sonrojadas y guiñándole un ojo, le había pillado por completo. Ya iba a crear un plan para juntar a ese par.
(...)
—Es guapísimo Saeko.
—¿Te gusta, no? —le pregunta la rubia— No respondas, sé qué te gusta.
—Cállate.
—El otro día se sonrojó cuando tuvisteis aquel encuentro.
—Qué-
—Qué.
—...
—Vas a pedirle una cita o te voy a patear el trasero.
Y con estas amenazas durante meses tanto a Mei como a Tenma esos dos empezaron a salir. Algo apresurado pensaban algunos, pero el amor a primera vista sí que existió con ellos dos.
