«one shots e imaginas de
los personajes de haikyuu»
» todos los personajes son de
autoría de haruichi furudate.
» las imágenes y fanarts utilizadas
en este libro no me pertenecen,
c...
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—¡Satori, ya basta! ¡Vamos a caernos al agua si no dejas de moverte así!
—Esa es la intención Mei —dijo riendo efusivamente el de pelo rojo mirando maliciosamente a la chica.
Mei sintió un escalofrío por toda la espalda y miró asustada a Tendo.
—No te atrevas o te mataré.
—No puedes hacerlo.
—No lo hagas igual.
Obviamente el chico no le hizo caso a las falsas amenazas de la castaña, a lo que ambos acabaron cayendo de la canoa doble en la que estaban subidos debido a los movimientos que hacía él.
—¡No sé por qué narices acepté venir aquí!
Tendo solo se reía de su novia mientras ambos nadaban a la orilla de la gran playa.
—Porque me amas. Ah, y porque sabías que te lo ibas a pasar en grande.
—Eres un tonto.
Los dos salieron del agua y miraron en esa dirección, cayendo en cuenta de que se habían dejado la canoa en el agua.
—Mierda.
(...)
—Estoy agotada Tendo, voy a darme un baño.
—Te acompaño.
—Ni se te ocurra, estoy enfadada contigo.
El más alto hace un puchero.
—Haré la cena entonces, ¿qué te apetece comer cariño?
—A tí.
—¿Entonces por qué no me dejas bañarme contigo?
—Solo prepara lo que quieras, cocinas muy bien.
(...)
—Me lo he pasado increíble, me gustaría volver a repetir estas vacaciones contigo.
—El año que viene te llevaré a un sitio aún mejor y con comida riquísima.
El pelirrojo y la castaña se miran fijamente durante unos segundos, en los cuales Mei termina por sonreír con amor.
—Te amo, Tendo.
—Yo igual cariño, ¿Dónde te gustaría ir? Tú sitio de ensueños.
—Mmm, ¿Hawaii? O tal vez Maldivas.
—Bien, el año que viene iremos de vacaciones a un lugar de esos dos.
(...)
—Quiero pedirle matrimonio, Wakatoshi.
—¿A Mei?
—Claro que sí. Quiero llevarla a Hawaii y pedírselo. Ya hace casi un año que llevo queriendo hacerlo.
Y así, Tendo junto a su mejor amigo planearon todo perfectamente. Así que para el verano siguiente Satori había comprado dos billetes para pasar en Hawaii unas largas semanas junto a su querida novia.
—¡Estoy muy emocionada de ir!
—¿No estás nerviosa? Estamos en un avión y tu les tienes pánico.
—La ocasión me impide ponerme nerviosa ¡estamos yendo a Hawaii!
Tendo solo miraba a su chica hablar emocionada sobre el viaje, haciéndole sonreír inconscientemente.
—Que ganas tengo de pedirte matrimonio de una vez.
—¿Qué?
—¿Qué pasa cariño?
—Lo que acabas de decir...
—Oh... ¿Lo he dicho en voz alta?
—Satori... —le miraba con los ojos bien abiertos y el chico solo se ponía cada vez más nervioso.
—Mierda. El plan era hacerlo cuando ya estuviéramos en Hawaii, pero acabo de estropearlo todo así que...
