«one shots e imaginas de
los personajes de haikyuu»
» todos los personajes son de
autoría de haruichi furudate.
» las imágenes y fanarts utilizadas
en este libro no me pertenecen,
c...
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¿Es así como se siente morir?
—¡Bokuto-san!
Ambos chicos se reían por la caída del más alto, y pocos segundos después la chica le ayudaba a levantarse tendiéndole las manos.
—¿Quieres que vayamos a por un helado? Quiero volver a tener una cita contigo Mei-chan.
—C-claro, está bien Bokuto-san —dice la chica sonriendo ampliamente.
Él automáticamente entrelaza sus manos con las de Mei y comienza a caminar con la chica siguiéndole el paso. Realmente se les notaba felices por pasar tiempo juntos.
Para ambos sería un día inolvidable.
No duele en absoluto...
—¿Quieres casarte conmigo?
La chica se quedó sin palabras y sentía que empezaría a llorar en cualquier momento. Eso debía ser un sueño.
Veía a su novio de rodillas frente a ella y se le encogía el corazón, sólo pudo asentir con la cabeza ya que empezaba a llorar de la felicidad, y obviamente no podía articular palabra alguna. El más alto se levantó rápidamente después de ponerle el anillo a su ahora comprometida y la abrazó fuertemente. Eso era un sueño para ambos.
Ambos tenían una sonrisa plasmada en la cara.
Ese día realmente sería inolvidable para los dos.
No se siente tan mal...
—¿Estás bien, cariño?
—Sí Bokuto, sólo me siento un poco mareada.
Esa misma noche el feliz matrimonio se encontraba en el hospital. En la tarde la chica se desplomó de la nada y un asustado Bokuto llamó a una ambulancia para que le ayudaran.
El esposo de la chica se encontraba en la sala de espera con Akaashi al lado, este último brindándole apoyo y diciendo que todo estaría bien pronto. Ambos estaban realmente asustados, sobre todo Bokuto. El día anterior todo estaba bien, pensaba.
—¿Familiares de Bokuto Mei?
Ambos jóvenes se levantaron rápidamente y fueron con el doctor que estaba frente a una puerta.
En el momento en el que el doctor les dijo que era difícil que la chica saliera de esta el corazón de Bokuto se rompió, sabía que no aguantaría ver a su mujer estar tendida en una cama, inconsciente, mientras se recuperaba.
Ese día también sería inolvidable para Bokuto.
Al fin podré descansar...
Dos meses después en una habitación de un hospital en Tokyo sólo se escuchaban los desgarradores llantos de Bokuto.
—No te puedes ir de mi lado Mei. No me puedes dejar. No puedes irte.
El chico tomaba con desesperación las heladas manos de su mujer, pensando que así ella no se iría nunca de su lado.
—No llores, por favor Bokuto...
El más alto levantó la vista con las mejillas empapadas de lágrimas, viendo cómo el amor de su vida poco a poco se iba yendo de su lado.
—Quedate a mí lado, por favor. Por favor, Mei...
La chica quería luchar para estar con su esposo y más adelante formar una familia, pero a la vez solo quería descansar. Quería estar con Bokuto durante el resto de su vida, quería estar a su lado un poco más.
—No me dejes así...
La chica empezó a llorar, observando como Bokuto se desmoronaba frente a ella. Solo quería descansar.
—No tengas miedo Bokuto...
—Estoy aterrado cariño...
—¿Puedes abrazarme?
Bokuto sin dudarlo abrazó a su esposa, apretándola contra él y llorando en su hombro.
Ese día desgraciadamente también iba a ser inolvidable para Bokuto.
Perdóname Bokuto...
Ya era de noche en Japón, una cansada Mei observaba a su esposo dormido a su lado en la camilla, abrazándola por la cintura delicadamente.
La mujer empezó a acariciar con sumo cuidado la mejilla del albino, queriéndole proteger de cualquier mal.
Esa noche Mei se durmió con una sonrisa en la cara, se durmió para siempre abrazando al amor de su vida. Feliz por haber pasado tantos maravillosos años a su lado.
