Capítulo 26《Último capítulo PARTE 1》

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(Liam)

-No Jessica, no me hagas esto por favor. ¡MÍRAME JESSICA, MÍRAME! -Le grité pero fue inútil.

Rápidamente los médicos me sacaron del quirófano y me quedé fuera como un tonto. Quité la mascarilla que cubría mi rostro y la tiré de golpe al suelo. Las lágrimas resbalaban por mis mejillas y mis pies se movían sin rumbo por el largo y frío pasillo. Decidí volver con los míos pese a que no quería que me vieran así y mucho menos decirle que Jessica se estaba muriendo.

-¡Liam! -gritó Louis al verme -¿Y Jessica? - Ni siquiera respondí, mis ojos lo decían todo. Me abracé a Louis como si él fuera a quitarme todas las penas, todos los miedos, pero evidentemente no fue así. Jessica seguía luchando entre la vida y la muerte en ese quirófano y yo no podía hacer nada.

No pasaron ni cino minutos cuando un médico asomó por el pasiilo seguido de otros médicos que empujaban la camilla de Jessica sobre la que ella dormía.

-¿Liam Payne? -me preguntó el médico

-Sí... -dije temeroso

-Al final hemos conseguido mantener a su mujer con nosotros. Como ya habrá podido observar hemos tenido complicaciones, pero he de decirle que su hija se encuentra en perfecto estado.

-¿Y mi mujer?

-Su mujer... su mujer no está bien. Ha sido demasiado esfuerzo para un cuerpo tan débil.

-¿Sobrevivirá? -pregunté cerrando mis ojos y haciendo que mis lágrimas mojasen mis ya secas mejilllas

-Esta noche es decisiva... tenemos que esperar. -dijo el médico.

-¿Podemos entrar a verla? -pregunté

-Sí, pero solo puede haber dos personas en la habitación.

-Está bien... -dije y miré a mi familia

-Entra tú, nosotros esperaremos aquí fuera -dijo mi madre

-Gracias - le sonreÍ - Louis, ¿entras conmigo?

-Claro - dijo sin pensárselo

Los dos entramos cuidadosamente en la habitación, aunque sabíamos que Jessica no se despertaría. Me acerqué a cama y acaricié su rostro, aparté un pelo de su flequillo y besé su frente.

-Te quiero - le susurré -Voy a ver a mi hija, ¿vienes?

-No... me voy a quedar aquí

-Está bien. - salí de la habitación y dejé a Louis con Jessica

(Louis)

-Hola... -dije estúpidamente porque no me iba a escuchar. -Sé que no me vas a contestar y ni siquiera sé si me estás escuchando, pero tengo que decirlo. Te he echado mucho de menos, te quiero mucho y me alegro mucho de que estés otra vez con nosotros. Han pasado tantas cosas desde que te fuiste... Liam lo ha pasado muy mal, si no llego a estar aquí no sé si habría conseguido salir adelante. Estais destinados a estar juntos y, por mucho que quiera el destino, vosotros siempre luchais contra él y le venceis porque vuestro amor es más fuerte que nada en este mundo.... -dejé un silencio con la esperanza de recibir alguna respuesta - Jessica, si alguien puede salir de esta, eres tú. Has pasado por un montón de cosas y siempre has salido victoriosa de ellas, ¡saliste de un coma en el que pensamos que te perderíamos! No conozco a nadie más fuerte que tú... me siento muy orgulloso de ser tu amigo y de poder considerarte mi hermana. -Me levanté un poco de la silla y deposité un beso en su frente -Te quiero

(Liam)

-Es aquí -le dije a mi madre parándonos en frente de un gran ventanal. Mi mirada viajaba por la pequeña sala repleta de niños pero, evidentemente, no era capaz de distinguir a mi hija. Una joven enfermera que me vio algo perdido me ayudó.

-¿Buscas a tu hijo?

-A mi hija - le respondí

-¿Cómo se llama?

-Eeemmm... no tiene nombre aún

-Oh, pues dime tu apellido

-Payne

-Payne... Payne... - dijo mientras buscaba en su lista. -¡Ah! Ya, ahora mismo te la traigo -dijo amable. Vi cómo entraba en la sala y cogía a una pequeña bebé de una de las cunas. -Aquí la tienes. -dijo saliendo con ella en brazos y entregándomela.

-Hola pequeña... soy yo, papá- dije acariciando el pequeño rostro de mi hija

-Es preciosa, Liam - dijo mi madre -Tiene la misma nariz que tú

-Sí... pero es tan guapa como su madre. Es mi hija -dije con orgullo

-Es tu hija -repitió mi madre.

-¿Cuándo me la podré llevar? - le pregunté a la enfermera

-No lo sé, tendrás que hablar con el médico pero supongo que hasta que no le den el alta a la mamá no.

-Ah... -dije temiendo que ese día nunca llegara. La niña comenzó a llorar y me puse algo nervioso. -Heyy... no llores pequeña - dije meciéndola en mis brazos

-Tiene sueño - dijo la enfermera quitándomela de mis brazos

-¿Puedo venir a verla en unas horas?

-Claro que sí, cuando tú quieras. -me dijo la amable enfermera y nos fuimos

Volví a entrar en la habitación de Jessica y me encontré a un tierno Louis llorando junto a Jessica. Pocas veces he visto llorar a Louis pero, como ya he dicho, la tensión tiene que salir en algún momento.

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