Capítulo 15

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—¿Cómo te fue en la escuela cariño?

—¡Mama! ¡Hice un dibujo! ¡Mira!

Davet me dio una hoja y en ella estamos dibujados Jin, sus abuelos, él y yo. Todos en un círculo tomados de la mano en un campo de flores.

Sonreí y acaricié su cabeza.

—Mi pequeño es un gran dibujante, gracias.

Con un imán en forma de naranja, lo pegué en el refrigerador y Davet estaba más que feliz.

[Jacob Vera, el hijo del presidente ejecutivo Ian Vera, fue detenido el día de hoy en un hotel de Cancún y hace unas horas llego a California siendo escoltado con máxima seguridad para evitar ser fotografiado.

Las razones de su detención son el haber publicado fotografías intimidas de su ex novia, Elaina Rosen, hermana del actual presidente ejecutivo de la editorial Rosen.

También se le vincula con uso de drogas y otros delitos menores.

Por su parte, la joven Elaina Rosen, ha recibido gran apoyo en la redes sociales y muchos esperan que Jacob Vera reciba su castigo.

Los mantendremos informados]

Suspire al escuchar las noticias y Jim cambio de canal.

—Esta fuerte el asunto.

Asentí con las manos en la cadera y comencé a preparar la cena.

—Hijo, nos vemos mañana.

—Adiós papá.

Davet se despidió con un abrazo y corrió a jugar con sus juguetes.

—Gracias, hasta mañana.

—Descansa.

Luego de una hora Davet y yo nos sentamos a cenar, pero mis pensamientos estaban en otro lado y mi hijo se dio cuenta que algo me preocupaba.

—¿Te duele algo mama?

Miré a Davet quien sostenía el tenedor con un trozo de zanahoria y con una sonrisa negué.

—No cariño, solo estaba pensando en el trabajo.

Davet ladeo la cabeza y llevo el tenedor con la zanahoria a su boca.

Mire mi celular y una gran ansiedad por marcar el número de William no dejaba de molestarme.

—Ya terminé mamá.

—Bien cariño, ¿ya terminaste la tarea?

—Si.

—Bueno, entonces ve a buscar la película que querías ver. En un momento te alcanzó.

Con un salto, Davet bajo de la silla y corrió hacia el lugar de sus juguetes.

Le di unos cuantos bocados a mi ensalada y comencé a limpiar la mesa.

Cuando pensé que ya estaba olvidando lo que me molestaba, una llamada entro a mi celular y dude unos segundos en contestar, pero termine haciendo.

< ¿Sí?>

<Hola Mara, perdón por llamar a esta hora>

<No pada nada, Sr. Rosen. ¿Como esta Elaina?>

<Su salud ya está mucho mejor y mañana podre llevarla a casa>

<Me alivia y alegro por saberlo. Gracias por informarme>

La línea se quedó unos segundos en silencio y cuando estaba a punto de despedirme, el volvió a hablar.

<Ela me pidió que la llevara mañana a consulta>

Cenizas de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora