Capítulo 24

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—Doctora, ¿Es verdad que tiene novio?

Me moví incómoda al escuchar la pregunta de la pequeña.

—Bueno, si lo tengo.

—Mi mamá me dijo que su novio es muy guapo y rico.

Sonreí nerviosa y ella siguió moviendo sus pies.

—Su novio salió en la tele y es verdad que es muy guapo y usted también es muy linda, así que se ven bien juntos.

Quería reír un poco, pero mejor le dedique una dulce mirada junto con una sonrisa y me las arregle para dejar ese tema de lado.

—Doctora felicidades por su relación.

Le agradecí a la mama de mi paciente. Volví a mi oficina y me recosté en el sillón.

Tanto sueño.

Han sido 3 días muy movidos, la cantidad de reporteros aumento un poco, pero ese no es el problema, sino que es muy cansado tener que ignorarlos cuando hacen sus preguntas.

—Necesito un abrazo de Davet.

Mire la pantalla de mi celular y suspire al ver que la llamada entrante se trataba de un numero desconocido.

Desde ayer he estado recibiendo llamadas de mujeres, así que ni siquiera me moleste en rechazar la llamada y con mis ojos cerrados espere a que terminara.

Escuché la puerta abrirse, pero seguí con mis ojos cerrados. Se que no tengo que preocuparme ya que de inmediato reconocí su aroma.

No tarde en sentir un toque en mi mejilla y una voz preocupada llamándome.

—Mara.... ¿Duermes?

No conteste.

—Mara...

Su fresco aroma me caló mucho más cuando se acercó, entonces un delicado beso cayo en mi mejilla y abrí los ojos.

—Creo te equivocaste de lugar.

Will sonrió ampliamente.

—Tienes razón.

Fueron tal vez 3 o 5 minutos lo que nuestros labios fueron uno, incluso mi cuello fue atacado. No podía dejar de mirar la puerta mientras Will chupaba y se comía mi cuello.

¿Qué hare si entra alguien?

En verdad quería apartarlo, pero mis deseos eran otros. Así que deje de preocuparme por la puerta y abrace su cuello.

—Tan suave y hueles tan bien.

Su boca volvió a mis labios y no las apartamos por otros 3 minutos.

—Will... Ya... Hay que parar....

Le di unos leves golpea en la espalda y el siguió un poco más antes de suspira y llevarse el pelo hacia atrás.

—Estoy muriendo.

Me miro echa un desastre desde arriba, su mirada llena de deseo me comía por completo, y para controlarse mordió sus labios y miro a otro lado por un rato.

Mientras él se calmaba, yo sincronizaba mi respiración agitada y abrochaba los botones de mi camisa.

—Ven aquí.

Will me tendió la mano y cuando la tome me jalo levemente.

—Perdón me deje llevar de más...

Mire sus manos la cual estaban sosteniendo fuertemente sus rodillas. Se muy bien que es señal de estar nervioso y preocupado, así que recargue mi cabeza en su hombro.

Cenizas de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora