9. No me dejes solo

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Permanecieron abrazados por unos instantes, pero luego El Doctor volvió a la realidad y comenzó a actuar.

- N-No, por favor, no te separes de mí. - Le dijo El Amo agarrándole del traje y mirándole a los ojos.

- Tranquilo Amo, solo quiero ver una cosa. –

El Doctor se agachó y apoyó a su amigo en una columna. Seguía temblando de frío así que El Doctor se quitó su gabardina y se la puso a él para tapar su desnudo torso.

- Aguanta ahí, voy a mirar lo que dicen estos ordenadores. – Le Dijo El Doctor.

Se acercó a uno de los ordenadores. Ahí se podían ver cuántos laboratorios habían, cuantas personas estaban conectadas, cuanta energía se sacaba...

- Esto es horrible... aquí hay demasiadas personas encerradas... - Murmuró El Doctor para sí mismo.

Siguió buscando a ver la manera de como poder desconectar todas las cápsulas.

- ¡Lo tengo! ¡Es aquí, en la última planta del laboratorio en el salón central! Tengo que ir allí. –

- Yo voy contigo – Le dijo El Amo.

- No, esta vez no, estás demasiado débil, seria correr un riesgo innecesario. –

- ¡No estoy débil! ¡Puedo ir contigo y lo haré! – Le refunfuñó.

- ¡Si ni siquiera puedes caminar! –

- ¡Si que puedo! –

El Amo se levantó, pero comenzaron a temblarle las piernas. Era como si no las controlara. Iba a caer al suelo cuando El Doctor lo agarró.

- ¿Lo ves? Esto lo hago por tu bien. No quiero que te pase nada más. – Le dijo El Doctor poniéndose a su misma altura.

- E-E-Es que...no quiero quedarme solo aquí dentro. –

- Lo sé... pero tengo que ir. Tengo que liberar a los condenados. –

El Amo le miraba con pesar, pero también sabía que lo que decía El Doctor era lo más sensato. Como he dicho antes, el no suele hacerle caso, siempre le llevaba la contraria, pero esta vez estaba demasiado agotado para molestar. Así que al final accedió.

El Doctor lo agarró y lo elevó. Le dejó con suavidad en un sitio apartado en la oscura habitación para que por si acaso alguien entraba que no notara su presencia. Se quedaron mirando en silencio unos segundos, y luego El Amo le preguntó:

- ¿Vas a volver? –

El Doctor le sonrió y luego le dio un pequeño y dulce beso en la frente, a lo que hizo que El Amo se sonrojara.

- Sí, te lo prometo. – Dijo.

The Lab of the TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora