Hecho en... Rusia?

Crónicas de un albino

El ambiente que había en esa habitación no podría definirse con palabras simples, pues la mezcla de sensaciones que tenían aquellos que la integraban variaba de persona a persona.

Tres de los adultos estaban con un claro estado de incredibilidad, era una extraña sensación, habían encontrado aquello que tanto añoraron durante tanto tiempo, solo para darse cuenta que era una búsqueda inútil, pues en parte esa persona ya no era la que recordaban, eran muchas las diferencias que se trasponían con los agradables recuerdos de antaño, momentos gratos que ahora solo causaban dolor en los adultos, momentos que muchas veces habían ayudado a definirlos en quienes eran ese día, pero que la persona en cuestión no recordaba.

Dos de los adultos estaban en un claro estado de entendimiento, pues ya habían pasado por eso y sabían lo duro que era aquella noticia, comprendían a la perfección el sentimiento de desamparo que ellos pasaron y por ello sabían bien que necesitaban procesarlo, luego se conversaría mejor y se daría a entender que no todo era tan horrible como sonaba.

Dos adultas estaban sumamente incomodas de presenciar a sus familiares mayores en tal estado, lo comprendían por supuesto pero no le quitaba la incomodidad de saber que aquellos a quienes siempre viste como fuertes pilares ahora estaban destruidos peor un castillo de naipes ante una ráfaga de viento.

Otros tres adultos contemplaban la escena con visión analítica, habían vivido diferentes reacciones la última vez que ocurrió esta situación y no sabían que esperar de los nuevos visitantes, sobre todo uno de estos quien no soportaría que se volviera a repetir aquellas ofensas que no debieron pasar la primera vez y que hasta ese día se culpaba de no haberse asegurado que pasaran cosas imprudentes, por lo que ahora si cumpliría bien con su deber.

Y la última adulta de aquella sala estaba cómodamente disfrutando de las galletas que había en la mesa del centro, las cuales eran muy sabrosas a su gusto personal, principalmente quería conocer a quien las hizo para agradecerle.

Ante este panorama y con la situación ya explicada era por fin tiempo de rematar aquella conversación para cortar la pesadez de ese ambiente.

- Lincoln: y esa es la situación, tengo de testigos a nuestros padres respecto a mis palabras

- Lynn: aunque me duela decirlo tiene razón, y no es algo fingido, lo comprobamos estas semanas que hemos estado aquí

- Lori: esto... es horrible

- Lola: es del asco, pero es la realidad, ahora solo nos queda reconectar – se para y coloca en una posición dominante frente al trio – entiendan que esto es doloroso pero está vivo y no nos está negando, podemos ser gradualmente la familia que alguna vez fuimos

- Lori: pero cuando contemos historias del pasado y nos riamos? Pero cuando queramos rememorar aquellos lindos recuerdos?

- Lola: siempre podemos hacer nuevos recuerdos y él nos tiene a nosotras para recordarle todas las cosas que hizo no? Él está aquí, con nosotros nuevamente, o acaso no te das cuenta que por mucho que haya cambiado sigue siendo él en el fondo?

- Rita: cariño, ellos llevan menos de un día aquí, no les pidas tanto

- Lola: pero mamá

- Rita: lo se cariño, tranquila – a Lori y Luan – les recomiendo que conversen abiertamente con Lincoln durante esta tarde, les hará bien – a Leni – y tu Leni, prométeme que estarás tranquila

- Leni: yo estaré tranquila, no te preocupes, solo necesito ir a ver a Lyle

- Lori: Leni, está bien, tranquila

- Leni: no Lori – da una mirada molesta a Lincoln – su bella melena fue cortada y necesita de consuelo y protección, además que debe probar estas galletas – tono alegre – quién las hizo?