Prólogo

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Un joven rubio se encontraba sentado en su habitación, mirando tranquilamente el bosque desde su ventana. La brisa era suave, el sol se empezaba a ocultar, maravillado con el paisaje decidió tomar una fotografía.

Se levantó de su asiento, tomó su cámara instantánea y se acercó a la ventana, estaba listo para darle click a la cámara cuando algo llamo su atención, unos ojos rojos luminosos lo miraba desde la cerca que separaba el bosque del resto de la manada. Los ojos dorados y rojos se conectaron, la cámara del menor cayó al suelo rompiéndose, el sudor empezó a correr por sus mejillas, sentía como si el aire no entrara por sus pulmones y su cuerpo estaba paralizado.

Aquel mirar de rubí se mantenía, era un lobo enorme de color blanco como la nieve. Como si de una señal de advertencia se tratara su cuerpo reaccionó, cerró la ventana y las cortinas, se apoyó de la pared para no caer tan fuerte al piso.

Era aquel lobo del que tanto hablaban, aquel lobo que robaba ovejas de los rebaños, aquel lobo que mató a sangre fría personas que intentaban inocentemente caminar por el bosque y él había tenido la oportunidad de verlo sin morir en ese momento.

Enigma (Uzuzen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora